Reseña
La santidad es para todos, como nos recuerda el papa Francisco. Todos los bautizados podemos y debemos aspirar a ser santos porque a cada uno de nosotros el Señor nos ha elegido (Ef 1, 4).
Y es que «el Señor nos quiere santos, felices y espera
que no nos conformemos con una vida mediocre, aguada».
Él desea para nosotros una vida lograda y nos ofrece un proyecto, que se concreta en el seguimiento de
Jesús, y consiste en incorporar a la vida el código genético del cristiano, es decir, la fe,
esperanza y el amor.
La llamada a la santidad es igual para todos porque hunde sus raíces en el bautismo, pero es personal y a cada uno según su propio camino.
Índice
- Presentación
- 1. La santidad desde la perspectiva bíblica o las raíces
bíblicas de Gaudete et exsultate - 2. El gran protocolo en Gaudete et exsultate
- 3. Santidad y conversión, presupuesto y contenido de
la reforma - 4. Espiritualidad de la «com-pasión» y del cuidado
(La santidad en el ministerio presbiteral) - 5. Santidad y perdón
- 6. La santidad de los pobres. Experiencia de la Comunidad de Sant’Egidio Tíscar Espigares
- 7. Alegraos, podemos ser santos en el ejercicio de la
caridad
GRANDES TESTIGOS DE LA CARIDAD - 8. Antonio Chevrier, «evangelizar a los pobres lo es todo»