La misión de Cáritas Española, como acción organizada de la comunidad cristiana, es promover el desarrollo humano integral de todas las personas y todos los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Instituida en 1947 por la Conferencia Episcopal Española, Cáritas Española es la Confederación oficial de las entidades de acción caritativa y social de la Iglesia Católica en España.
Es expresión del servicio de la Caridad de la comunidad cristiana, inspirado en el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia.
Conoce más sobre nuestros fines, constitución y organización en el territorio.
La misión de Cáritas Española, como acción organizada de la comunidad cristiana, es promover el desarrollo humano integral de todas las personas y todos los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
La misión de Cáritas Española, como acción organizada de la comunidad cristiana, es promover el desarrollo humano integral de todas las personas y todos los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Como testigos del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, esperamos un mundo más justo, fraterno y sostenible en el que Cáritas, como expresión de la Caridad eclesial organizada, sea referente por su participación en la promoción de las personas, la solidaridad con los países más desfavorecidos y en el cuidado de la Casa Común.
Desde el compromiso con:
Como testigos del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, esperamos un mundo más justo, fraterno y sostenible en el que Cáritas, como expresión de la Caridad eclesial organizada, sea referente por su participación en la promoción de las personas, la solidaridad con los países más desfavorecidos y en el cuidado de la Casa Común.
Desde el compromiso con:
El desarrollo humano integral de los últimos y la promoción de una sociedad inclusiva.
La denuncia de las causas de la pobreza y exclusión, y la promoción de los derechos sociales.
La ecología integral como nuevo paradigma de la justicia, de la intervención social y de los cuidados.
Centralidad de la persona
La persona es el centro de nuestra acción. Defendemos su dignidad, reconocemos sus capacidades, impulsamos sus potencialidades y promovemos su integración y desarrollo.
Justicia
Trabajamos por la justicia y la transformación de las estructuras injustas como exigencia del reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos.
Verdad
La búsqueda de la verdad sobre el hombre y el mundo a la luz de la fe, fundamento y sentido de nuestro actuar.
Solidaridad
Nos caracterizan nuestro sentimiento de unión a los que sufren y nuestra convicción de igualdad y justicia.
Fraternidad
Buscamos construir una fraternidad abierta, sin fronteras ni barreras que nos permita reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, del lugar de donde venga o habite y de la cultura que lo configure.
Participación
Somos una organización abierta a la participación de nuestros agentes y de los destinatarios de nuestra acción social que trabaja en equipo favoreciendo la integración de los que formamos Caritas.
Austeridad
Desde nuestro estilo de vida, ponemos nuestra voluntad en la utilización ética y coherente de los recursos.
Espíritu de mejora
Desarrollamos nuestra actividad buscando permanentemente mejorar y aplicar ideas innovadoras, siempre en beneficio de la persona, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
Transparencia
Compartimos una cultura institucional basada en la ética y en la apertura de la información hacia todos los interesados en nuestra labor.
Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Cáritas Española está formada por:
La Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana promueve el desarrollo humano integral a la luz del Evangelio y en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia. Para ello, analiza y atiende de las necesidades de los grupos sociales que viven en riesgo de exclusión. La Comisión ejerce la superior dirección de Cáritas Española a través de la Subcomisión de Acción Caritativa y Social y su Obispo Acompañante Mons. Jesús Fernández González, Obispo de Astorga.
Es el órgano superior de la confederación Cáritas Española. Da respuesta tanto a las necesidades de la Confederación en su conjunto, como a la coyuntura y marco de referencia en el que han de desarrollar sus actividades las Cáritas Diocesanas. Se reúne una vez al año.
Está compuesta por los delegados episcopales y directores de las Cáritas Diocesanas, los presidentes de las Cáritas Regionales, los miembros del Consejo General y los representantes de las instituciones confederadas CONFER y Asociación San Vicente de Paul.
El Consejo General es el órgano ejecutivo de la Asamblea General de Cáritas Española. Se reúne cuatro veces al año en los meses de marzo, junio, octubre y diciembre. Todos sus miembros y cargos son designados por un período de tres años, excepto el Vicepresidente, que lo será por un año.
La Comisión Permanente actúa en los periodos entre reuniones del Consejo así como prepara éstas. Los asuntos que aborda son, por su contenido, los mismos que para el Consejo General.
Manuel Bretón
El Presidente Ejecutivo del Consejo General, que ostentará el título abreviado de Presidente de Cáritas Española, tiene las funciones siguientes: convocar y dirigir las reuniones del Consejo General y de la Comisión Permanente; convocar la Asamblea, con la conformidad de la Comisión Episcopal; dirigir o moderar las sesiones de la Asamblea y velar por su adecuado desarrollo; y velar por el cumplimiento de los acuerdos de la Asamblea y del Consejo General.
Vicente Martín
Tiene la misión propia de representar a los Obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social en Cáritas Española y en el seno de la Confederación. Vela para que cuanto programa y realiza la Confederación Cáritas Española sea plenamente acorde con el Magisterio de la Iglesia y para que la política de la institución sea coherente con las orientaciones de la Conferencia Episcopal. Es miembro nato del Consejo General, de la Comisión Permanente, del Equipo Directivo y de todas las Comisiones Delegadas del Consejo. Es tarea suya velar por la identidad eclesial de las publicaciones de Cáritas Española, actuar como Consejero Delegado en la revista Corintios XIII y en las guiones litúrgicos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua. Como sacerdote atiende a las personas de la Institución y cuida de las oraciones y celebraciones litúrgicas en Cáritas Española.
Después de la II Guerra Mundial, Cáritas sensibilizó sobre la acogida de 20.000 niños abandonados en Austria y Alemania.
Durante mediados de los años 50, gestionó la ayuda social (el famoso Plan Marshall). En 1957 y 1958 se crea la Sección Social de Cáritas, se funda el Centro de Estudios de Sociología Aplicada y se publica la revista Documentación Social.
En 1961 se redacta el Plan de Comunicación Cristiana de Bienes y se crea el primer Plan de acción contra la pobreza. Cáritas introdujo en España métodos de desarrollo comunitario en zonas sin recursos.
En 1980 el paro es la prioridad para Cáritas. En 1984 se organizan las jornadas de Teología de la Caridad, críticas con los cambios económicos de la época.
Durante los años 80, se inauguran residencias para ancianos y centros para madres solteras y drogodependientes.
En 1987 se organiza el primer Congreso Hispano-Latinoamericano de Teología de la Caridad.
En 1991 en materia social se crean casas de acogida para enfermos de Sida. Durante la crisis del 1992-1994, publica el V Informe Foessa.
En 1998 publica Las condiciones de vida de la población pobre en España.
En 1998, Cáritas se une a Manos Unidas, CONFER y Justicia y Paz, para sensibilizar sobre la deuda externa.
La acción de Cáritas está marcada por la crisis económica, que aumenta el trabajo en la acogida y acompañamiento a un número cada vez más elevado de familias.
El Modelo de Acción Social sustenta el ser y el quehacer de Cáritas en el contexto local y global.
Simboliza la unidad entre identidad y acción, muestra el camino para encarnar la Buena Noticia en nuestro tiempo.
Cáritas ha hecho propuestas políticas relativas a la protección social, la salud, la educación o el empleo; dirigidas a reducir el carácter hereditario de la pobreza y su cronificación. Prueba de ello es su trabajo sobre Garantía de Ingresos Mínimos.
Ha puesto de manifiesto a través de la publicación de dos informes quinquenales FOESSA y de la serie anual Análisis y Perspectivas, la existencia de deficiencias estructurales de nuestro modelo.
Ha fomentado la participación de toda la comunidad.
El testimonio y el compromiso activo son la mejor vacuna contra la apatía.