Retiro de Cuaresma de Cáritas Diocesana de Zamora

Trabajadores, voluntarios y usuarios de los distintos centros y programas de Cáritas Diocesana de Zamora participan en el retiro de Cuaresma dirigido por el obispo de la Diócesis de Zamora D. Fernando Valera Sánchez. 

El retiro de Cuaresma ha tenido lugar esta mañana en la Casa Fundacional del Amor de Dios de Toro. Tras las oraciones iniciales, D. Fernando Valera ha pedido silencio para este retiro y ha impartido una Lectio Divina: Discípulos de Emaús. Lc 24, 13-35.

Después de la lectura del evangelio, los asistentes han tenido unos minutos de meditación. Este texto es “el anuncio de la pasión, muerte y resurrección de cristo, es una condensación del misterio cristiano” afirmaba el obispo de Zamora, que guiaba a los participantes por cada una de las preguntas que plantea cada versículo de Lucas. Algunas de sus reflexiones han interpelado directamente a los agentes de Cáritas, “si la experiencia de Cáritas no llega al corazón es una experiencia vacía (…) Comparte lo que te duele, pero no pasando factura a los demás, sino dejando que Jesús te lleve de la mano”.

En palabras de Fernando Valera, “cuando Jesús nos decepciona es cuando nos volvemos realmente creyentes, a veces ponemos en Jesús ilusiones irreales. Jesús no es la proyección de lo que yo deseo de lo que yo quiero es mucho más”.

Durante otro de los momentos de este retiro, el obispo de Zamora ha aclarado cuál es la definición de ser discípulo, “es aquel que ha sido llamado por el señor a estar con el a seguirlo y a convertirse en misionero del evangelio, toda experiencia cristiana es una experiencia discipular. Hay veces que en la vida todo se cae y se pierde, a veces la sobrecarga de trabajo, el cuestionamiento por parte de la sociedad del cristianismo profundo puede ir haciéndonos mella”.

Fernando Valera, quiso destacar que hay muchas personas sin experiencia teológica, pero que sin embargo interiormente han sido “cincelados por el espíritu (…) sin el espíritu estamos vacíos. El espíritu nos habita, transforma, comunica, nos lleva de la mano…”.

Extrapolando el evangelio a la experiencia de Cáritas, Monseñor Valera ha afirmado, “cuando decimos al Señor quédate con nosotros, cuando experimentamos el deseo de la oración. Cualquier cosa que hacemos como Cáritas o como Iglesia es una experiencia comunitaria, sinodal, es eclesial, es el círculo de una Iglesia que aprende a estar juntos, a dejar que nos ilumine la palabra, a no tener miedo”.

Por último, y en este tiempo de Cuaresma, orientado a la Pascua, D. Fernando invitó a todos los presentes a reflexionar en silencio, durante treinta minutos, sobre acompañar el desencanto, el cansancio y las heridas del camino, cómo alentar una experiencia espiritual de discípulos misionero en las dinámicas de Cáritas diocesana y las claves de la espiritualidad pascual en el hoy de nuestra misión en Cáritas.

La jornada concluyó con la celebración de la eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis de Zamora, Fernando Valera y concelebrada por el delegado-director de Cáritas Diocesana de Zamora, Antonio J. Martín.