Cáritas Diocesana de Zamora está presente en la Asamblea Diocesana: comunión, esperanza y futuro compartido
El nuevo equipo de Cáritas Diocesana de Zamora participa en la Asamblea Diocesana celebrada el sábado 20 de septiembre de 2025, un encuentro que reunió alrededor de 150 agentes de pastoral —sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos y laicos— en un ambiente marcado por la oración, la reflexión y la fraternidad. La jornada se presentó como un espacio privilegiado para seguir profundizando en el camino sinodal que está recorriendo la diócesis.
El obispo diocesano, Fernando Valera, dirigió unas palabras en las que subrayó que, en tiempos de dificultad, el silencio puede ser una respuesta evangélica: “Una palabra, en el conflicto, a veces exige silencio”. En este contexto, el obispo compartió su visión sobre el presente de la diócesis: “La diócesis de Zamora está en un proceso nuevo, ilusionante, atractivo, objetivado por instancias eclesiales y sociales. Ha salido ya el sol. Lo percibo en los encuentros personales, en las celebraciones, en los trabajos de cada día, que hacen que la semilla plantada vaya creciendo”. Y animó a todos con un mensaje de esperanza: “Adelante, seguimos, estamos en camino, el horizonte está abierto. Estamos escribiendo el futuro de esta diócesis para los próximos años. Esta que es vuestra tierra, es la mía. El obispo de Zamora está orgulloso de su tierra y de sus gentes. Sois mi heredad”.
El obispo diocesano, Fernando Valera, quiso compartir con todos los asistentes a la Asamblea su «Carta al Santo Pueblo de Dios que peregrina en Zamora».
Una diócesis en camino
La Asamblea diocesana de 2025 ha sido un signo de que la Iglesia de Zamora está viva, en camino y abierta al futuro. Con la participación de todas las vocaciones, en un clima de corresponsabilidad y esperanza, se refuerza el compromiso común de ser una Iglesia que escucha, que camina unida y que anuncia el Evangelio con humildad y entusiasmo.
La jornada concluyó con la entrega de la carta pastoral del obispo para el curso 2025-26 y con una comida fraternal en el Seminario, en la que se prolongó el ambiente de alegría y comunión que caracterizó toda la Asamblea.