Reseña
Esta pandemia ha puesto en evidencia la propia fragilidad humana y los grandes riesgos sociales a los que nos veníamos enfrentando, como son la desigualdad social, la debilidad democrática y participativa, y los que provienen de los problemas demográficos. Nos parecía estar a salvo de todo, gracias a los medios económicos y tecnológicos, pero, de pronto, llegó el virus y nos sacó de la ilusión de ser «dioses», instalándonos en el principio de realidad: somos vulnerables, necesitados unos de otros para ser personas en plenitud. «Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitadosde confortarnos mutuamente».
Necesidad de un cambio social.
Reconocerlo podría ser un punto de partida para abonar un cambio significativo en nuestra forma de entender y enfocar la vida. Esta crisis no es el fin del mundo, sino el fin de un mundo, de un modelo caduco.
Índice
- Presentación
- 1. Todos somos dependientes, todos somos
vulnerables. El cuidado, la sostenibilidad de la vida
y la sociedad que cuida. - 2. Cubiertos y descubiertos. Sin rostro ante el rostro:
llamados a ser presencia humana y de Dios en medio
de la pandemia. - 3. La Iglesia y el cuidado integral
- 4. La ética del cuidado y la vida en el centro
- 5. Cuidado generativo y ciudadanía digital: confianza,
pandemia y proximidad. - 6. Cuidado y generaciones en el ámbito comunitario.
- 7. Psicología de los cuidados: el equilibrio entre el
cuidado y el hetero-cuidado. - 8. GRANDES TESTIGOS DE LA CARIDAD
- 9. La cultura del cuidado como camino de paz.
Mensaje del papa para la celebración de la 54 Jornada Mundial
de la Paz.

