Cooperación internacional29/06/2018

Cooperativas en Etiopía que cambian vidas

“Ser miembro de la cooperativa me permite vivir mi presente, tener planes de futuro e invertir en mi vejez”

Mi nombre es Kebede Gemechu y vivo con mi mujer y mis nueve hijos –cuatro chicas y cinco chicos– en la woreda (distrito) de Arsi Negelle, en el oeste de la gran región etíope de Oromía, donde las masas de agua no son muy abundantes y el terreno es llano y arenoso. Aquí más de la mitad de las tierras se usan para cultivos y una pequeña parte también para pastoreo, pero como dependemos de la lluvia para nuestra supervivencia, y las condiciones de las tierras no son las más adecuadas, en épocas de sequía tenemos muchas dificultades. Tengo un terreno de 2 hectáreas que dedico al cultivo de maíz y trigo y desde 2012 soy miembro de la cooperativa multiservicio “Kelo Duro”, el programa de multiplicación de semillas impulsado por Cáritas Diocesana de Meki (Etiopía) y Cáritas Española.

Antes de incorporarme a esta iniciativa la producción de mis tierras era de unos seis quintales por hectárea, con la que obtenía entre 8.000 y 10.000 Birr anuales (unos 360 euros). Pero desde que soy miembro de la cooperativa, mi producción y mis ingresos han aumentado. En solo cuatro años mis ganancias anuales se han multiplicado por cinco, llegando a alcanzar el pasado año los 50.000 Birr (unos 2.000 euros).

Gracias a los beneficios que he obtenido estos años, la alimentación y condiciones de vida de mi familia han aumentado considerablemente. Ahora puedo cubrir todos los gastos médicos sin pedir un préstamo o ayuda a conocidos. También he podido construir una casa en la ciudad cerca de una escuela para que mis hijos pueden acudir a estudiar allí sin tener que caminar kilómetros.Otra parte de los ingresos ha ido destinada a que mi mujer ponga en marcha un pequeño comercio. Ser miembro de la cooperativa “Kelo Duro” me permite vivir mi presente, tener planes de futuro e invertir en mi vejez.

Pronto comenzaré la construcción de una nueva casa en Arsi Negelle y compraré un Bajaj –mototaxi– para que uno de mis hijos pueda empezar un negocio de transportes.

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