Noticia15/10/2019

Informe FOESSA en Navarra: El 16 % de la población navarra está en situación de exclusión social

La sociedad integrada, la de quienes llevan una vida digna en términos materiales, representa el 54,7% de la población.

El Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en Navarra que se ha presentado hoy en Pamplona es un relato del momento de incertidumbre en el que nos encontramos y una mirada a nuestra cohesión social para analizar cómo vivimos y reaccionamos ante la gran recesión, cómo estamos enfocando la salida y cuáles son las consecuencias de la crisis en la poscrisis.

La mirada de este VIII Informe pone su centro en explicar cuáles son las características del eje integración-exclusión social, características que van mucho más allá del tradicional modelo de análisis centrado en la pobreza monetaria y la privación material.

El Informe ha sido presentado por Ángel Iriarte, director de Cáritas Pamplona, y Guillermo Fernández, coordinador del VIII Informe FOESSA.

Estas son las principales constataciones del mismo.

Qué está sucediendo en Navarra

Hoy el número de personas en exclusión social en Navarra es de 103 mil, el 16 % de la población. Desde el 2013 a 2018 la exclusión social se ha reducido en un 9,6%, mientras que en el conjunto de España la caída ha sido del 27,8 %. La bonanza de la recuperación ha impactado con menor intensidad en las personas excluidas en el caso de Navarra, teniendo en cuenta que las cifras de exclusión son más moderadas.

Dentro de la exclusión social hay 38 mil personas en situación de exclusión social severa. Esta ha pasado de representar un 7,2 % de la población navarra en el año 2013 a un 5,8 % en el año 2018, una caída importante de casi el 20 %. Dentro de este grupo estarían las personas sobre las que también se ceba la pobreza severa. Este grupo se ha incrementado en estos últimos cinco años en un 42 %, representando el 3,4% de la población en Navarra.

Especialmente preocupante, dentro de las personas en exclusión severa, es un grupo de 14 mil personas que acumulan tal cantidad de dificultades que los denominamos la sociedad expulsada. Son personas preocupadas únicamente en poder sobrevivir en el día a día y a las que probablemente ya no lleguen ningún tipo de mecanismos de protección. Este grupo de personas, donde se acumula la exclusión más dura de la sociedad navarra, ha aumentado el 70 % en estos últimos cinco años.

La sociedad integrada ha aumentado

Hoy la sociedad integrada, la de aquellas personas que no tienen dificultades para su supervivencia, la que lleva una vida digna en términos materiales, ha mejorado pasando a representar el 54,7% de la población. Si a este grupo sumáramos las personas que se encuentran en la integración de forma más precaria alcanzaríamos el 84% de la población navarra.

Hay un grupo de unas 94 mil personas que, aun estando en el espacio de la integración, se encuentran en una situación de inseguridad debido a que su colchón de resistencia es débil.

En Navarra se está dando una mejora nítida en los niveles de integración, pero que al mismo tiempo presenta un enquistamiento de la exclusión moderada, y una reducción de la exclusión severa, pero produciéndose en esta última un proceso de acumulación de dificultades en la parte más débil de la sociedad navarra.

La desigualdad multidimensional no sólo en referencia a lo económico, sino también a la vivienda, la salud, la educación, etc., es en Navarra más elevada que Comunidades autónomas con niveles superiores de exclusión.

Tres bloques principales de riesgos sociales

El acceso a una vivienda digna se ha convertido en un derecho inaccesible para muchas familias. En Navarra la vivienda ocupa el primer lugar como generador de dificultades en la sociedad. El 18,4 % del conjunto de la población estaría afectado por esta dimensión.

Algunos de los indicadores más destacados serían:

Vivienda

La población en hogares con gastos excesivos en la vivienda ha sufrido un incremento del 52%. Ya son 17.000 hogares en esta situación.

Las personas que viven en viviendas con tenencia en precario han pasado a representar el 5,2% de la población. Son 44.000 hogares.

También se han incrementado tanto las personas residiendo en viviendas con deficiencias graves que necesitan rehabilitación, como en condiciones de insalubridad.

Las primeras representan ya 7.000 hogares, las segundas 10.000. La población que vive en hogares con situaciones de hacinamiento se ha incrementado un 35%.

Empleo

A pesar de la reducción progresiva del desempleo, la escasa fortaleza del empleo en Navarra se percibe en dos indicadores, por un lado el que la exclusión social afecte en mayor medida a las personas con la jornada parcial que en el resto de España, y por otro el que 1 de cada 4 personas en la comunidad, tanto en situación de integración como de exclusión social, tengan que combinar ingresos por trabajo con los ingresos por protección social.

El 12,7% de las personas que trabajan están en exclusión social en Navarra. Personas excluidas a pesar de su esfuerzo personal, a pesar de salir a luchar todas las mañanas por sus hijos e hijas, a pesar de tener que escuchar que no son suficientemente emprendedores. De hecho la mitad de los sustentadores principales que están en el espacio de la exclusión social están trabajando. Exclusión social y trabajo son cada vez más compatibles.

Más de la mitad de la ciudadanía navarra opina que el funcionamiento de los servicios públicos de empleo es poco o nada satisfactorio. En España esa proporción es bastante inferior.

Factores de la pobreza severa

Relacionado con el nivel de ingresos, hay que destacar como un factor relevante el incremento de la pobreza severa. A pesar de tener unos niveles en Navarra más bajos que en el conjunto de España, la pobreza severa en Navarra ha crecido un 41% en estos últimos cinco años.

Relacionado con la falta de ingresos, y con un fuerte impacto en el terreno de la salud, la población que no puede permitirse comprar medicinas, seguir tratamientos o dietas por problemas económicos asciende a 57.000 mil personas.

Por último, existen una serie de problemas relacionados con el conflicto social, que no solo han tendido a aumentar en estos últimos cinco años, sino que además lo hacen en mayor medida que en el conjunto de España.

– Hogares en los que alguien ha recibido o recibe malos tratos físicos o psicológicos en los últimos 10 años: 14.000.

– Hogares en los que hay relaciones muy malas, malas o más bien malas entre los miembros del hogar: 4.000.

– Hogares con personas que tienen o han tenido problemas con el alcohol, otras drogas o el juego en los últimos 10 años: 6.000.

Un elemento significativo de la exclusión más severa en Navarra es que el incremento del peso relativo de este grupo en el conjunto de la exclusión era en 2013 18% de todas las personas en situación de exclusión, sin embargo en 2018 representan el 37%, lo que podría apuntar a la cronificación y agravamiento de las situaciones de exclusión.

Perfiles sociodemográficos de la exclusión

Además de estos bloques principales de riesgos, la distribución de la exclusión en Navarra nos ofrece los siguientes perfiles sociodemográficos de los hogares y los sustentadores principales en exclusión social:

– No existirían diferencias en cuanto al género.

– El grupo mayoritario se encontraría entre los 30 y los 44 años.

– El 49% trabajan. Trabajar no es garantía de poder participar de poder sobrevivir.

– 8 de cada 10 personas que sustentan hogares navarros en exclusión son de nacionalidad española.

– El 52% de la exclusión social en Navarra se encuentra en los municipios de menos de 5000 habitantes.

– A pesar de esta distribución, el mayor riesgo de exclusión se concentra sin embargo en los hogares donde el sustentador principal del hogar es menor de 30 años o es mujer o es inmigrante. Si en el hogar hay menores o se es familia numerosa o monoparental.

– En Navarra si se es de nacionalidad extranjera la probabilidad de estar en el espacio de la exclusión es mayor.

– Solo 2 de cada 10 personas en la exclusión social es inmigrante extranjera en Navarra.

Democracia, participación social y políticas públicas

En este VIII Informe de la Fundación FOESSA se constata la pérdida de calidad de nuestra democracia. Estamos arriesgándonos a que se vacíe de contenido ético y redistributivo.

En Navarra solo muestra interés por la política 3 de cada diez personas.

A pesar de esa falta de participación, la ciudadanía sigue apoyando el Estado de Bienestar como mecanismo de protección social.

7 de cada 10 Navarros optaría por tener más prestaciones y servicios sociales pagando más impuestos.

Navarra se caracteriza por un gasto en protección social más alto a la media española.

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