Colaboración entre Fedifar y Cáritas para mejorar la educación de menores vulnerables
Los mayoristas farmacéuticos lanzan la primera fase de una campaña de recaudación de fondos, que se destinarán a proyectos socioeducativos de Cáritas para más de 30.000 menores.
Todas las empresas de distribución farmacéutica de gama completa, a través de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR), se han implicado en la primera acción de la campaña ‘Distribución farmacéutica: 365 días solidarios’, que se ha traducido en la colaboración con Cáritas Española en proyectos socioeducativos que desarrolla en beneficio de menores y familias se encuentran en una situación social desfavorecida. En este sentido, con la acción ‘Apoyo escolar, Distribución Farmacéutica y Cáritas’, los mayoristas farmacéuticos participaron en la recaudación de fondos que se destinarán a proyectos de Cáritas en todo el país, en los que se ofrece apoyo escolar a más de 30.000 menores procedentes de familias en situación de vulnerabilidad social.
En el acto de presentación de los resultados de esta campaña, celebrado ayer en uno de los proyectos educativos de Cáritas Madrid en la Cañada Real Galiana, el presidente de FEDIFAR, Eladio González Miñor, subrayó la importancia de la acción puesta en marcha, que tiene como objetivo facilitar el acceso a menores procedentes de familias desfavorecidas socialmente a un derecho básico como es la educación. Sobre este particular, resaltó el compromiso solidario de las empresas que hacen posible que todos los medicamentos lleguen a todas las farmacias del país para que estén a disposición de todos los pacientes en condiciones de equidad, seguridad y calidad. “La solidaridad se debe practicar los 365 días del año, por eso, todas las empresas de distribución farmacéutica se han adherido a una campaña que tiene como meta ayudar a las familias más desfavorecidas en dos aspectos básicos: la educación y la alimentación”, manifestó.
Por su parte, el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, destacó la importancia de esta alianza con la distribución farmacéutica, “que va a favorecer la mejora en la vida, especialmente, en la de los que más lo necesitan”, y subrayó el “gran trabajo que se ha hecho en incidir en la educación y la salud, pilares fundamentales de la vida de cualquier persona, mucho más de aquellos que son los destinatarios de la acción de Cáritas”. En ese sentido, el presidente de Cáritas puso el énfasis en “la importancia de la colaboración con el sector privado en la lucha contra la pobreza y exclusión”.
De igual modo, el director de Cáritas de Madrid, Luis Hernández Vozmediano, explicó la línea de trabajo socioeducativo con menores y familias en situación de dificultad social que realizan, que en números se traduce en 68 proyectos a los que acuden 5.526 menores, acompañados de 904 personas voluntarias. “Nos planteamos una intervención conjunta con el menor y su familia, promoviendo espacios de referencia y apoyo para ambos. Este proceso tiene un carácter preventivo y refuerza la formación que se realiza desde la propia familia y desde otros ámbitos de la vida social”, precisó.
Cañada Real, un ejemplo
Un ejemplo de los proyectos socioeducativos desarrollados por Cáritas que se beneficiarán de la acción ‘Apoyo escolar, Distribución Farmacéutica y Cáritas’ se encuentra en el sector 6 de la Cañada Real Galiana (Madrid), el asentamiento chabolista más grande de Europa. En este proyecto se desarrollan actividades de ocio y refuerzo educativo, además de colonias urbanas, con menores de edades comprendidas entre los 6 y 16 años, niños y niñas que se encuentran en un grado de exclusión severa que, por ejemplo, hace que no puedan participar en actividades extraescolares organizadas en sus colegios por no disponer de un servicio de ruta para acceder y regresar desde estos centros a sus domicilios.
Asimismo, en Cañada Real Cáritas Madrid ha puesto en marcha un aula infantil para menores de 3 a 6 años, escolarizados o no en el segundo ciclo de educación infantil pública en horario de mañana. ¿El objetivo? Reforzar el aprendizaje que se realiza en la escuela pública y motivar a la asistencia a la misma a aquellos que no lo hacen, “con el objetivo de disminuir las desventajas curriculares y de habilidades sociales con las que parten estos menores”. Se trata de un proyecto concebido para que todos los espacios (entrada, desarrollo de las actividades, merienda, aseo, salida…) tengan un objetivo educativo.
Pablo Choza, responsable de los proyectos de Cáritas en La Cañada Real, puso de manifiesto la importancia de dignificar la vida de las familias y los menores que viven en la zona. Para ello, según precisó, “es necesario un contacto permanente con las familias, a través del centro y en coordinación con la parroquia de Santo Domingo de la Calzada y en general con la administración pública y las entidades sociales que intervienen en la zona”.