Noticia14/10/2025

Cáritas acompaña a más de 180.000 personas que sufren abandono humanitario en diez países

Celebra el I Encuentro con empresas colaboradoras para poner en valor el papel fundamental del sector empresarial y fomentar alianzas estratégicas que ayuden a reducir las crisis olvidadas

Más de 305 millones de personas en todo el mundo necesitan ayuda humanitaria urgente. Sin embargo, muchas de ellas no logran acceder a ese apoyo por la falta de cobertura mediática y de compromiso político. Son las denominadas “crisis olvidadas”.

Cáritas Española acompaña cada año a más de 180.000 personas que sufren un grave abandono humanitario en países como Burkina Faso, Mali, Bangladesh, Haití, Colombia, Venezuela, Filipinas, Myanmar, Sur Sudán o la República Democrática del Congo. Su labor se centra en proteger y asistir a las personas más vulnerables en tres ejes: la prevención de desastres, la asistencia humanitaria de emergencia y la reconstrucción de las comunidades. 

Con el objetivo de animar y fomentar las alianzas estratégicas en el ámbito de la cooperación al desarrollo, Cáritas ha celebrado este martes en la sede de Banca March en Madrid el I Encuentro con empresas colaboradoras. Las crisis olvidadas más allá del foco mediático. La jornada reunió a más de una treintena de compañías y estuvo presidida por el director territorial de la Unidad Grandes Empresas Central de Banca March, César López, y el presidente y secretaria general de Cáritas Española, Manuel Bretón y Natalia Peiro, respectivamente.

Medios, empresas y sociedad civil

Durante el encuentro se reflexionó sobre el papel de los medios de comunicación, de la sociedad civil y del sector empresarial en estas crisis severas y prolongadas, en las que millones de personas no reciben la ayuda humanitaria que necesitan. En este espacio participaron el periodista Mikel Ayestarán; el director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela, y la directora general de la Fundación Seres, Ana Sainz.

Desde Tel Aviv, Mikel Ayestarán aseguró que después de varias décadas como corresponsal en Oriente Próximo la clave para mantener el interés de la opinión pública pasa por contar las historias de vida de las personas. “Las cifras deshumanizan mucho los conflictos. Contar historias humanas es el mejor termómetro que ayuda a la sociedad a comprender mejor lo que está pasando”, indicó.

Jesús Avezuela destacó, por su parte, el papel de las organizaciones no gubernamentales para despertar conciencias y generar información veraz, que esté alejada de cualquier ideología o interés particular. “Si la sociedad civil conseguimos tener una conciencia más sincera sobre la realidad de tantas personas que sufren habremos dado un gran paso”, apuntó.

Ana Sainz subrayó la importancia de que el sector empresarial trabaje en colaboración con las organizaciones humanitarias que conocen bien el terreno y hacerlo con un modelo de retorno que incorpore una mirada a largo plazo. “Poner a las personas en el centro aporta valor a la empresa”, insistió.

En la segunda parte de la jornada, Ana Cristina García y Pablo Reyero, coordinadores del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Española, presentaron la labor de la organización en el acompañamiento a las crisis olvidadas. Con una inversión total de 10,7 millones de euros, que representan el 40% de los fondos destinados a cooperación internacional, Reyero explicó que este tipo de emergencias “se caracterizan por ser crisis complejas, donde se superponen unas sobre otras, y en las que no es sencillo trabajar porque generan gran vulnerabilidad y mucha pobreza y requieren de respuestas muy flexibles y sectorialmente amplias”.

Medio centenar de proyectos

Conflictos armados, desplazamientos forzados, desprotección, amenazas climáticas y hambre son escenarios comunes en estas realidades. A través de 50 proyectos, Cáritas Española ofrece apoyo en la prevención de la malnutrición infantil, la asistencia alimentaria, la mejora del acceso al agua y al saneamiento, el acompañamiento a asentamientos temporales o permanentes y la reconstrucción del tejido socioeconómico de las comunidades. “Comunidades resilientes, protectoras y socialmente cohesionadas que logren sobreponerse a futuras crisis de manera unida y solidaria”, indicó.

Durante su intervención, Ana Cristina García puntualizó que el modelo de cooperación de Cáritas es estar presente antes, durante y después de la emergencia a través de los socios locales, logrando una enorme eficiencia. “Nueve de cada diez euros que invertimos llegan al país y a las personas afectadas, cumpliendo con nuestro mandato de asistir a las personas descartadas o no atendidas, es decir las personas que no cuentan con ninguna red de protección o soporte local, ya sea estatal o de su entorno social, y siempre dejando instalado el liderazgo en las comunidades locales ante futuras crisis que son, al fin y al cabo, las primeras que responden a las emergencias”, indicó.

República Democrática del Congo y Filipinas

Es el caso de República Democrática del Congo, una región marcada por la ausencia del Estado y la violencia de los grupos armados. Allí millones de personas viven en situación de extrema desprotección. En ese contexto, Cáritas desarrolla un programa de vigilancia humanitaria que permite a las propias comunidades identificar y denunciar violaciones de derechos humanos, generando información clave para activar respuestas y mantener la presión internacional frente al conflicto.

Filipinas es uno de los países más expuestos a desastres naturales como ciclones, inundaciones y terremotos. Cáritas lleva años invirtiendo en prevención y fortalecimiento comunitario, dotando a la red local de infraestructuras seguras, protocolos de emergencia y formación para que las comunidades puedan responder de forma inmediata y eficaz. Cada euro invertido en reducción del riesgo puede ahorrar hasta 15 euros en la respuesta a un desastre.

Alianzas para una respuesta integral y duradera

El cierre del evento estuvo a cargo de Natalia Peiro quien apeló a la responsabilidad social de las empresas para convertirse en actores clave de la cooperación al desarrollo en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). “Con esta invitación, no buscamos solo vuestro apoyo económico, sino también que nos ayudéis a que nuestra respuesta conjunta sea más integral, innovadora y duradera. Las empresas podéis promover un enfoque de largo plazo, que permita a las poblaciones afectadas no depender únicamente de la ayuda humanitaria inmediata, sino contar con herramientas para reconstruir sus medios de vida”, concluyó la secretaria general.

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