CÁRITAS DIOCESANA PRESENTA SU MEMORIA ANUAL 2022
Unas 4.102 personas fueron acompañas a lo largo del año con un incremento considerable de personas jóvenes y migrantes
Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol presentó en el día de ayer, como cada año en la semana de la Caridad, su memoria anual de actividades, un “ejercicio de transparencia que nos permite hacer una fotografía de lo que ocurre en nuestra diócesis, que nos ayuda a despertarnos ante realidades dormidas y educar la mirada” como apuntaba en su discurso de presentación el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Mons. Fernando García Cadiñanos.
El obispo aprovechó la ocasión para agradecer al voluntariado, personas trabajadoras, comunidades cristianas, personas socias y donantes, así como a instituciones públicas y privadas su apoyo e implicación en la labor de Cáritas que “interpela a formar parte de la vida social” frente al individualismo. De ahí lo relevante del lema de la campaña del Día de Caridad de este año “Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza”. Según Mons. García Cadiñanos “Cáritas es esperanza para muchas personas y familias” y nos invita a “descubrirnos como capacitados para generar esperanza”.
A continuación, la Secretaria General de Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol, Marta Pazo, hizo un repaso por la acción social desarrollada en el 2022, en un contexto de crisis estructural en el que se acompañó a 4.102 personas en el acceso a sus derechos en los diferentes programas y servicios ofrecidos. En el global de los datos, se puso el foco en dos que evidencian la situación que vivimos: el 49% son jóvenes menores de 35 años (incluyendo menores de edad) y el 45% son personas migrantes en su gran mayoría en situación administrativa irregular (frente al 25% del año 2018).
Durante la presentación, se ha hecho hincapié en la profundidad de las dificultades en las condiciones de vida de las familias acompañadas desde Cáritas, así como el acceso y el mantenimiento de la vivienda. Una exclusión residencial que, según avanzaba Marta Pazo, se aprecia en los datos de las 513 personas sin hogar atendidas desde el centro de día de inclusión social, así como las 48 personas que han pasado por alguno de nuestros 8 centros de acogida.
Los problemas psicológicos y de salud mental fueron otro de los temas abordados, causa de especial sufrimiento para las personas y familias acompañadas. Así, en el año 2022, se prestó apoyo psicológico a 90 personas.
Desde Cáritas se apuesta por la ruptura del ciclo de la pobreza a través del acompañamiento a los niños, niñas, adolescentes y sus familias a través del programa de Familia e Infancia, desde el que se ha acompañado a 100 personas a través de los grupos de refuerzo socioeducativo, pero también a través de las actividades del ocio y tiempo libre y la orientación y apoyo individualizado a los padres y madres.
También destacó Marta Pazo la importancia de los talleres socioeducativos de los que se beneficiaron 175 familias y que además de la adquisición de competencias, tienen por finalidad la generación de redes y vínculos entre las personas.
Otro elemento protector de la exclusión social es el empleo, y por ello, desde el programa de formación e inserción sociolaboral se acompañó a 188 personas, 67 de las cuales eran menores de 35 años y 16 de ellas fueron personas migrantes que pudieron regularizar su situación administrativa gracias a una oferta de trabajo.
Mons. Fernando García Cadiñanos cerró la presentación del acto haciendo una llamada en clave de incidencia política planteando invitaciones a la acción en cuatros ámbitos.
Con las personas migrantes manifestó la necesidad de “medidas de eliminación y prevención de la irregularidad sobrevenida, que se cumpla la ley de asilo y protección internacional para garantizar los derechos de los más vulnerados así como un paquete de derechos básicos de ciudadanía social”.
En cuanto a la vivienda resaltó la necesidad una política de vivienda social, un plan autonómico de realojo a personas y familias que vienen de situaciones de desahucios, así como la erradicación del chabolismo y las infraviviendas.
En el ámbito de la salud mental apostó por aumentar los recursos públicos en sanidad y reducir las listas de espera y, para finalizar, en cuanto a la educación, pidió garantizar el acompañamiento individualizado de los niños y niñas con problemáticas diversas desde las escuelas públicas.