Economía solidaria

Derechos y formación para las empleadas de hogar

El proyecto Pinzas trabaja por los derechos de las empleadas de hogar en Cáceres.

Acompañamos a las trabajadoras del hogar hacia un empleo digno

En Cáritas, defendemos los derechos de las mujeres que trabajan en el empleo doméstico.

A través del Proyecto PINZAS, las acompañamos para que accedan a un trabajo digno, estable y con derechos. 

Este es uno de los sectores más invisibles y precarizados, y nuestro compromiso es claro: poner en el centro la dignidad de las personas.

Itinerario de inserción laboral

Cada mujer es acogida desde su realidad personal y acompañada paso a paso.

1. Acogida y orientación

Creamos un vínculo de confianza, evaluamos su situación y diseñamos un plan personalizado de inserción laboral.

2. Escuela de trabajadoras del hogar

Formamos a las participantes para que adquieran conocimientos, habilidades y seguridad en su trabajo.

3. Mediación laboral

Facilitamos la conexión con familias empleadoras, promoviendo relaciones laborales justas y respetuosas.

4. Certificación de experiencia

Apoyamos a quienes quieren acceder al Certificado de Profesionalidad en Empleo Doméstico y continuar su proceso formativo.

5. Seguimiento continuo

Tras la inserción laboral, mantenemos el acompañamiento para asegurar estabilidad y bienestar.

Derechos laborales y empoderamiento

Muchas trabajadoras normalizan abusos por necesidad o desconocimiento. Desde Cáritas:

  • Les informamos sobre sus derechos laborales.

  • Ofrecemos espacios de formación y encuentro.

  • Fomentamos su empoderamiento y participación activa.

  • Denunciamos las situaciones de precariedad y explotación.

El empleo doméstico debe ser reconocido como lo que es: un trabajo esencial y valioso.

Un modelo de empleo más justo

Cuidar es un trabajo, y merece condiciones justas.
En Cáritas apostamos por un modelo que ponga en el centro el cuidado mutuo, el respeto y la justicia social dentro del hogar.

Seguimos acompañando con esperanza

Desde nuestra identidad cristiana y social, caminamos junto a quienes más lo necesitan. Seguiremos trabajando para que el empleo doméstico no sea un trabajo de segunda, sino un camino hacia la inclusión y la dignidad.