Servicios Centrales: Programa de Mayores, visita al Instituto de Historia y Cultura Militar
Durante el día 16 de noviembre un grupo de cuarenta y ocho voluntarios y mayores de las Residencias de Guadarrama del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil y de las Cáritas Parroquiales Castrenses de Alcalá y nuestra Señora de la Dehesa realizamos una visita a la sede del Instituto de Historia y Cultura Militar en Madrid.
Visita del programa de mayores al Instituto de Historia y Cultura Militar
Durante el día 16 de noviembre un grupo de cuarenta y ocho voluntarios y mayores de las Residencias de Guadarrama del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil y de las Cáritas Parroquiales Castrenses de Alcalá y nuestra Señora de la Dehesa realizamos una visita a la sede del Instituto de Historia y Cultura Militar en Madrid.
Fuimos recibidos por el General Ruiz Benitez, director del Instituto quien, tras ofrecernos una afectuosa bienvenida, nos explicó la misión y organización de esta prestigiosa institución. Los coroneles responsables de la Biblioteca y el Archivo Centrales expusieron a continuación sus respectivas responsabilidades y la descripción y contenidos de los mismos. Finalizó esta presentación el Suboficial Mayor del Instituto con una breve descripción de la exposición del desarrollo de la bandera nacional expuesta en el salón de actos.
Dirigidos por el Suboficial Mayor y los Coroneles respectivos visitamos a continuación el Archivo Central, donde admiramos una buena muestra de atlas y mapas antiguos y la biblioteca donde pudimos aprender, gracias a las explicaciones del Teniente Músico encargado de la fonoteca, cómo distinguir entre distintos instrumentos y toques militares finalizando con la audición, coreada por todos nuestros mayores, del pasodoble Las corsarias.
El Instituto nos ofreció un magnífico vino español en el transcurso del cual tuvimos ocasión de brindar por Su Majestad el Rey y de agradecer al General Director y a todo el personal a sus órdenes, la magnífica acogida que nos dispensaron, la deferencia y cariño con que nos trataron durante toda la visita y la magnifica ocasión que su invitación nos brindó para salir de la rutina, interactuar entre nosotros y con el personal destinado y mover un poco tanto nuestros músculos como nuestras neuronas.
Finalizamos la jornada con una comida de hermandad en la Residencia Infante Don Juan donde continuamos profundizando en nuestros objetivos de trabajar contra el aislamiento, conocer lugares nuevos, realizar actividades culturales y fomentar la relación Inter parroquial mediante actividades grupales de interés cultural.
Al despedirnos todos estábamos mucho más unidos y alegres y pronunciamos votos por volver a reunirnos y vivir otra grata experiencia como la que acababa de terminar.