Nuestro día a día25/11/2025

Un foro para dar voz a defensoras y defensores de la amazonía

En la Red Eclesial Pan Amazónica (REPAM), donde Cáritas Española colabora desde su creación apoyando la promoción en derechos humanos y las acciones de incidencia internacional, participar en espacios de Naciones Unidas y del propio sistema interamericano de derechos humanos es fundamental.

Ya desde su fundación, el Núcleo de Derechos Humanos de esta Red ha tenido como uno de sus desafíos esenciales el que las lideranzas indígenas, campesinas, afrodescendientes y ribereñas puedan conocer y aprender a utilizar todas las herramientas posibles que puedan cambiar la situación de violación de derechos humanos, colectivos y de la naturaleza que se sufre en toda la Panamazonía.

Participar en foros de Naciones Unidas, como este de noviembre (XIV Foro de Empresas y Derechos Humanos) que se celebra en Ginebra; responde así a dos objetivos: el aprendizaje del propio funcionamiento de los mecanismos de esta organización y, no menos importante, la visibilización de la realidad que viven las y los líderes en sus territorios.

En especial en un Foro donde Naciones Unidas trata de buscar un espejo a los Estados y las empresas frente a sus obligaciones de cumplir y hacer realidad los Principios Rectores de las Empresas y los Derechos Humanos:

  • Que los Estados respeten, protejan y cumplan los tratados y pactos de derechos humanos.
  • Que las empresas cumplan las leyes y respeten los derechos humanos.
  • Que, para todo ello, tanto Estados como empresas inviertan en recursos adecuados y efectivos si incumplen dichas obligaciones.

Durante los días del Foro, decenas de voces de todos los lugares del mundo, darán luz y verdad a ese espejo frente a los Estados y las empresas, de infinitos cotidianos de violación de múltiples derechos, y del no cumplimiento de la reparación a las víctimas y creación de políticas públicas que garanticen que no se vuelva a repetir dicha violación.

Desde Cáritas Española acompañamos, junto a la Fundación Alboan, a mujeres y hombres que han visto que estos principios no están siendo cumplidos en sus comunidades y poblaciones.

Y junto a “esa voz que despierta y que denuncia” (Nº 97, Dilexi Te) vamos haciendo camino a esa “esperanza organizada” que transforme estructuras y haga posible la casa común.