Análisis y reflexión23/12/2022

Un año para dar las gracias

Manuel Bretón, presidente de Cáritas, reflexiona sobre este año que acaba en el que hemos celebrado el 75 aniversario de la institución.

Cáritas cierra un año muy especial: el de su 75 aniversario. No se trata de un cumpleaños más en la vida de esta institución de la Iglesia. Su trayectoria de entrega y generosidad también es una seña de identidad de toda nuestra sociedad, que ha sabido dar a lo largo de nuestra historia reciente lo mejor de sí misma. Sin lugar a duda, el recorrido de Cáritas en estos tres cuartos de siglo nos descubre la esencia de nuestra condición humana: el amor y la esperanza.

Institución viva

A lo largo de estos tres cuartos de siglo, Cáritas ha sido una institución viva que ha tenido que reinventarse muchas veces. Su trayectoria demuestra que ha sido pionera y un motor en la promoción de las personas más vulnerables. A través de su trabajo en el campo de la acción social, la economía solidaria, la incidencia política y la investigación sociológica, ha conseguido concienciar y dar una respuesta eficaz a la pobreza y marginación que afecta a buena parte de la población.

Gracias

Uno de los regalos que hemos recibido a lo largo de este año es el sentir de múltiples formas, la alta estima que la sociedad tiene por Cáritas y por la labor que desempeña. Y esta labor no sería posible sin la cantidad de personas voluntarias, donantes y empresas que colaboran con nosotros. A todas ellas, muchas gracias.

Los voluntarios son y serán siempre el corazón de Cáritas. Por eso este aniversario ha sido la mejor oportunidad para darles sinceramente las gracias, y para decirles que, como sociedad, aprendemos cada día mucho de ellos, de lo que implica estar comprometido con las personas más débiles.

Abrir caminos de esperanza

El futuro siempre está por escribir y no sé cómo será la Cáritas de dentro de unos años. Me gustaría que siempre nos identificarán por estar cerca, con y para las personas que peor lo pasan, los más vulnerables. Y con una pasión clara por el evangelio.

Tras 75 años de intenso trabajo, Cáritas llega hasta nuestros días con retos e ilusiones nuevas. Somos muy conscientes de que debemos seguir siendo un espacio de esperanza y oportunidad para muchas personas en un contexto en el que los problemas sociales no menguan: Ser cercanos y estar en el día a día; ser muchos y estar en todas partes; y ser solidarios y estar unidos. Estos son los caminos que la realidad social nos llama a transitar.

Muchos dicen que no viene tiempos fáciles, y los datos que tenemos así lo muestran, pero sé que, con el empeño y dedicación de todos, será más fácil y efectivo que consigamos, algún día, nuestro objetivo: que el mundo sea mejor y más justo para todos.

También nos enfrentamos al gran desafío de tender puentes de entendimiento en medio de una sociedad cada vez más plural y polarizada; pero a la par contamos con el instrumento más poderoso y antiguo que ha tenido la humanidad: el Amor. Como dice el lema de la campaña de Navidad: “Sólo el amor lo ilumina todo”

Gracias a todos por ayudarnos a cuidar a tantas personas, a hacer vidas nuevas y a poner esperanza en medio de la oscuridad.