Análisis y reflexión10/09/2021

Tres vías de caridad para el nuevo curso

El delegado episcopal de Cáritas nos anima a seguir los caminos de caridad propuestos por el papa Francisco para continuar nuestro viaje al lado de los más vulnerables.

Después del descanso veraniego retomamos un nuevo curso en Cáritas con fuerzas y deseos renovados para seguir siendo ese corazón que late en favor de los más pobres y vulnerables.

Para este nuevo tiempo, el papa Francisco propuso a la Cáritas italiana –con motivo del 50 aniversario de su fundación que se celebra este año–, un pequeño programa que podemos tener muy presente en nuestra acción caritativa y social.

Son tres vías para seguir caminando en el servicio a los últimos:

1. El camino de los últimos. Nuestra acción parte de los más frágiles e indefensos. La caridad es la misericordia que sale en búsqueda de los más débiles y avanza hasta las fronteras más difíciles para liberar a los oprimidos y hacerles protagonistas de sus vidas y desarrollo.

2. El camino del Evangelio. El estilo del Evangelio es el del amor humilde y concreto, gratuito y servicial al modo de Jesús. Él se hace presente en cada persona empobrecida y nos muestra la hoja de ruta para nuestra actuación desde la cercanía, la compasión y la ternura con dos mapas evangélicos: la Bienaventuranzas y Mateo 25. Se trata de mirar hacia lo Alto y hacia el otro para vivir la caridad evangélica, que es inclusiva e integral: no se ocupa solo del aspecto material o de la dimensión espiritual, sino que busca el desarrollo integral de la persona.

3. El camino de la creatividad. Necesitamos una nueva imaginación de la caridad. No podemos dejarnos desanimar por las nuevas pobrezas y la prolongación de la situación pandémica. Es necesario seguir cultivando sueños de fraternidad para ser signos de esperanza, especialmente para los jóvenes, que son, al mismo tiempo, las víctimas más frágiles de esta época y los actores potenciales del cambio de época. Son los protagonistas del porvenir y Cáritas puede ser un gimnasio de vida para ayudar a muchos jóvenes a descubrir la lógica del don y a descubrirse a sí mismos dedicando su tiempo y sus talentos a los demás. Esto supondrá que la propia Cáritas siga siendo joven y creativa, con mirada renovada, sencilla y directa.

Tres caminos en un nuevo curso para que “el nuevo sueño de la fraternidad y la amistad social no se quede en palabras” y sea capaz de integrar a los más pobres (Fratelli tutti, 6).