Acción social24/11/2020

Temporeros, COVID-19 y derechos vulnerados

La pandemia ha agravado la precaria situación de las personas temporeras en España.

Los días 16 y 17 de noviembre de 2020 ha tenido lugar el “VI Encuentro Confederal de Trabajo con Personas Temporeras y en los Asentamientos”, con la participación de las Cáritas Diocesanas de Lleida, La Rioja, Barbastro-Monzón, Ciudad Real, Albacete, Huelva, Almería y Cartagena-Murcia, y la presencia de los equipos de Inclusión desde los Derechos de y Economía Solidaria de Cáritas Española.

Durante estos días hemos tenido la oportunidad de profundizar en la realidad que viven las personas temporeras en España, y que no deja de ser una grave vulneración de los derechos humanos.

El impacto de la pandemia

Hemos evidenciado, un año más, las grandes dificultades que atraviesan las personas temporeras que trabajan en el sector agrario durante las campañas, y que, sin duda, este año han sido agravadas por la pandemia de COVI-19.

Algunas conclusiones sobre la realidad actual del temporerismo:

  • Ha habido dificultades para implementar las medidas puestas en marcha por las autoridades sanitarias, debido fundamentalmente a la situación de infravivienda en la que se encuentran la mayor parte de las personas temporeras y que se convierte asimismo en una vulneración del derecho a la salud. Durante este año, mientras nos decían que nos quedáramos en casa para no contagiarnos, muchas personas no tenían acceso a una, y las que lo tenían, vivían en condiciones de hacinamiento, falta de acceso al agua, luz…; hechos que ya venía denunciando Cáritas con anterioridad.
  • Este año se ha constatado un aumento de las personas en situación administrativa irregular.
  • La coordinación con las Administraciones Públicas, quiénes son las que tienen la obligación de garantizar los derechos humanos para todas las personas, no ha resultado fácil. El colapso o suspensión de las citas en los ámbitos administrativos y sanitarios ha sido agravado la situación de exclusión de muchas personas. También ha habido dificultades para la implementación de medidas necesarias para garantizar el derecho a la salud (duchas, habilitación de vivienda-lugares seguros, acceso a la alimentación y productos de higiene…).
  • Acceso a un trabajo decente. La vulneración de derechos laborales es un hecho evidenciado a lo largo de los años. Continúa la presencia de intermediarios, de personas sin contrato, sin alta en la Seguridad Social, con salarios por debajo de convenio y que tienen que pagar por el transporte.

Ante estas situaciones, y a pesar de las dificultades derivadas de la pandemia (escasez de recursos tanto económicos como tecnológicos, disminución de voluntariado o espacios inadecuados en las parroquias para llevar a cabo las atenciones), Cáritas ha estado al lado de las personas temporeras, acompañando una vez más en el acceso a susechos, proporcionándoles asesoramiento, alimentación y kits de higiene, y denunciando ante las Administraciones Públicas, el sector privado y la sociedad en su conjunto, las vulneraciones de derechos humanos a las que son sometidas.

Por último, hemos identificado algunos retos para el año próximo:

  1. Intensificar las acciones de sensibilización y denuncia social tanto hacia la Administración como al sector privado y la sociedad en su conjunto.
  2. Continuar realizando acciones de incidencia política frente a las Administraciones Públicas para conseguir que se garantice el pleno ejercicio de los derechos humanos de todas las personas temporeras.
  3. Derecho a la vivienda: difundir los datos de exclusión residencial.
  4. Vulneración de derechos laborales. Se presenta como aspectos claves la sensibilización al empresario, la acogida y la orientación e intermediación laboral.
  5. Acción social y parroquias, poniendo el foco en la brecha digital, el acompañamiento a las personas, la “integración” y el voluntariado.