Acción social26/02/2018

Superar las adicciones

Participantes del Centro San Román en Zamora cuentan su lucha contra el alcoholismo.

“Yo empecé a beber a los 14 años. Desde el principio me di cuenta de que tenía un problema. Pero seguí bebiendo más y más, hasta que me tuvieron que hospitalizar” cuenta Javier. Él es una de las personas con las que Cáritas trabaja en los proyectos de lucha contra las adicciones que existen por todo el país.

Su historia, no difiere mucho de la de otras personas que intentan superar sus problemas de alcoholismo. En un reportaje de nuestra revista Cáritas,  él y sus compañeros del centro San Román de Cáritas Zamora nos contaron cómo gracias a instituciones terapéuticas de este tipo están logrando recuperar  sus vidas.  

La persona en el centro

El modelo de trabajo que sigue el Centro San Román es integrador y participativo. “Todos son una piña”, explica Lorena, la psicóloga que trabaja allí. Este lugar es considerado una “comunidad terapéutica” donde los residentes organizan el trabajo, incluyendo la cocina o el huerto de una hectárea que abastece a diferentes recursos de Cáritas Zamora, como la residencia de mayores de la cercana ciudad de Toro.
“Aquí dialogamos mucho, convivimos con personas muy diferentes, y aprendemos a ser humildes, a organizarnos y a resolvemos conflictos. También nos apoyamos en los momento difíciles, porque quién va a saber mejor que un compañero por lo que yo he pasado o cómo me siento ahora”, apunta Ángel, otros de los participantes. 

La importancia de la familia

En todo este proceso la familia tiene un papel clave. “El alcoholismo es una enfermedad que quema mucho a los familiares. A veces están tan dolidos que es muy difícil implicarlos en la terapia y que vengan a visitarlos, aunque nosotros siempre tratamos de hacerlo. Intentamos que la familia entienda lo importante que es su apoyo, tanto en el tratamiento, como luego, para evitar recaídas”, cuenta Lorena Prieto.

Visita al centro San Román

Revista Cáritas