Mejorar la vivienda para vivir con dignidad: el impacto de la colaboración entre Cáritas Huelva y Fundación Naturgy
A través de su colaboración con la Fundación Naturgy, Cáritas Diocesana de Huelva acompaña a familias en situación de vulnerabilidad mejorando las condiciones de sus viviendas, reduciendo la pobreza energética y devolviendo seguridad, bienestar y esperanza.
Hace unos días, firmábamos el 8º Convenio de colaboración con Fundación Naturgy. Una firma que consolida el sólido compromiso de ambas organizaciones para reducir la vulnerabilidad energética a través del acompañamiento y trabajo que en torno a 40 Cáritas Diocesanas llevan a cabo cada año.
Una colaboración que pretende, a través de pequeñas rehabilitaciones, mejorar la eficiencia energética y el confort de las viviendas para ofrecer un hogar más digno a miles personas como en el caso de Laura, una madre con hijo con autismo en Huelva.
En Cáritas Diocesana de Huelva acompañamos cada día a familias que viven en situaciones de gran vulnerabilidad. Una de las principales necesidades que detectamos está relacionada con la vivienda. Muchas de las casas en las que residen son construcciones antiguas, con humedades, tejados deteriorados y ventanas que no aíslan ni del frío ni del calor. A ello se suman instalaciones eléctricas en mal estado y electrodomésticos obsoletos, con un alto consumo energético. Todo ello dificulta que las familias puedan disfrutar de un hogar digno, eficiente y seguro.
Gracias al acuerdo de colaboración con la Fundación Naturgy, hemos podido priorizar la atención a quienes más lo necesitan: familias con menores, personas mayores y hogares donde existen problemas de salud. También se tiene en cuenta a aquellas familias que soportan un gasto elevado en suministros eléctricos, lo que agrava aún más su situación económica. Esta colaboración nos permite llegar allí donde nuestros propios recursos no alcanzan, ya que los fondos de Cáritas suelen destinarse a necesidades básicas y no contamos con subvenciones específicas para la mejora de viviendas.
El impacto de esta ayuda es muy significativo. No se trata únicamente de reparar ventanas, mejorar el aislamiento o sustituir electrodomésticos por otros más eficientes; se trata de devolver a las familias la posibilidad de vivir con dignidad y seguridad. Las mejoras introducidas permiten mantener una temperatura adecuada en el hogar durante todo el año, reducir el gasto energético y aliviar la presión económica de los hogares. Además, el impacto emocional es profundo: las personas beneficiarias experimentan mayor tranquilidad, confianza y esperanza.
Un ejemplo concreto es el de Laura, una madre sola con un hijo de seis años con autismo. Ella, afectada por una depresión y con escasos recursos, vivía en una vivienda con ventanas rotas y sistemas de refrigeración estropeados, lo que les obligaba a pasar gran parte del día en una única habitación. La intervención realizada gracias a esta colaboración permitió cambiar todas las ventanas y mejorar las condiciones de higiene de la vivienda. Hoy, esta familia puede disfrutar de cada estancia de su hogar con mayor seguridad y confort. La madre se siente agradecida y con fuerzas renovadas para afrontar sus dificultades, y su hijo cuenta con un entorno más estable y saludable.
En definitiva, esta colaboración con la Fundación Naturgy ha supuesto un cambio real en la vida de muchas familias de Huelva, ofreciendo no solo mejoras materiales, sino también un horizonte de esperanza y dignidad.
Gracias a este nuevo convenio, esperamos poder llevar a cabo más de 300 nuevas actuaciones en 36 Cáritas Diocesanas. Cambiar unas ventanas, instalar una lavadora o mejorar un asilamiento u otras actuaciones, que sólo son posibles desde la cercanía, la confianza y el respeto con el que acompañan los equipos diocesanos.

