Los sacerdotes de Taybeth, en Cisjordania, condenan los ataques contra esta aldea cristiana
El 7 de julio, colonos prendieron fuego cerca del cementerio del pueblo y de la Iglesia de San Jorge, que data del siglo V, uno de los monumentos religiosos más antiguos de Palestina.
Ante los ataques de los colonos contra los lugares sagrados de la aldea cristiana de Taybeth, en Cisjordania, los sacerdotes de las tres iglesias de Taybeh —la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Latina y la Iglesia Greco-Católica Melquita— han emitido el siguiente comunicado.
Comunicado
“Alzamos nuestras voces en nombre del pueblo de nuestra localidad y de nuestros feligreses para condenar enérgicamente la continua y grave serie de ataques que se están perpetrando contra Taybeh. Estas agresiones amenazan la seguridad y la estabilidad de nuestro pueblo y buscan socavar la dignidad de sus habitantes y la santidad de su tierra sagrada.
El lunes 7 de julio de 2025, colonos prendieron fuego deliberadamente cerca del cementerio del pueblo y de la histórica Iglesia de San Jorge (Al-Khadr), que data del siglo V, uno de los monumentos religiosos más antiguos de Palestina. De no haber sido por la vigilancia de los vecinos y la rápida intervención de los equipos de bomberos, los daños podrían haber sido mucho más catastróficos.
En una escena que tristemente se ha vuelto provocadoramente rutinaria, los colonos continúan llevando su ganado a pastar en tierras agrícolas de Taybeh —incluyendo campos de propiedad familiar y zonas cercanas a viviendas— sin que las autoridades lo impidan ni intervengan. Estas violaciones van más allá de la provocación: causan daños directos a los olivos —una fuente vital de sustento para la población de Taybeh— e impiden a los agricultores acceder a sus tierras y cultivarlas.
La zona este de Taybeh, que representa más de la mitad del territorio del municipio y contiene la mayor parte de su actividad agrícola, se ha convertido en un blanco abierto para los asentamientos ilegales, que se expanden silenciosamente bajo protección militar. Estos asentamientos sirven de base para nuevos ataques contra la tierra y su gente.
Como sacerdotes, tenemos una responsabilidad pastoral y moral hacia nuestra comunidad. No podemos permanecer en silencio ante estos ataques implacables que amenazan nuestra propia existencia en esta tierra. Taybeh —conocida en el Evangelio como “Efraín”, el lugar al que Jesús se retiró antes de su Pasión (Juan 11:54)— es la última localidad enteramente cristiana que queda en Cisjordania. Su población íntegramente cristiana representa una presencia única en la región, un testimonio vivo que se remonta a la época de Cristo. Este legado espiritual y cultural perdurable, custodiado fielmente por el pueblo de Taybeh durante generaciones, se encuentra hoy en serio riesgo de ser erosionado y desplazado debido al ataque sistemático contra sus tierras, lugares sagrados y comunidad local.
Hacemos un llamamiento a los actores locales e internacionales —especialmente cónsules, embajadores y representantes eclesiásticos de todo el mundo— a que tomen las siguientes medidas:
- Iniciar una investigación inmediata y transparente sobre los incidentes de incendio provocado y los continuos ataques a la propiedad, las tierras agrícolas y los lugares sagrados.
- Ejercer presión diplomática sobre las autoridades ocupantes para detener las acciones de los colonos y evitar que ingresen o pastoreen en las tierras de Taybeh.
- Enviar delegaciones internacionales y eclesiásticas para realizar visitas sobre el terreno, documentar los daños y dar testimonio de la creciente degradación de la realidad local.
- Apoyar al pueblo de Taybeh mediante iniciativas económicas y agrícolas, y fortalecer su resiliencia con acompañamiento legal efectivo.
Creemos que la Tierra Santa no puede mantenerse viva sin su población autóctona. Expulsar por la fuerza a los agricultores de sus tierras, amenazar sus iglesias y cercar sus pueblos es una herida en el corazón vivo de esta nación. Sin embargo, nos mantenemos firmes en nuestra fe y esperanza compartidas: que la verdad y la justicia prevalecerán finalmente».
Solidaridad de los patriarcas
A esta declaración se ha sumado el Consejo de Patriarcas y Jefes de Iglesias de Jerusalén, que ha mostrado su solidaridad «con la comunidad local”. Pedimos las oraciones, la atención y la acción del mundo, especialmente de los cristianos de todo el mundo”, ruegan.