La historia de Aisha: una madre que regresó del borde de la muerte

Esta es la historia de Aisha contada desde los equipos de Cáritas Jerusalén. 

«Su historia nos llegó de forma inesperada. Mientras nuestros equipos entregaban leche en el hospital Shuhad’a Al-Aqsa, una pareja entró en la sala buscando desesperadamente a su bebé. Cuando los médicos señalaron la cuna correspondiente, Aisha se acercó lentamente. En cuanto vio al pequeño, se derrumbó en un abrazo cargado de emoción. Era la primera vez que veía a su hijo desde que dio a luz».

El bebé tenía ya tres o cuatro meses

Aisha explicó que vivía en el campo de refugiados de Al-Shate cuando se produjo un violento ataque. Gravemente herida, todos creyeron que había muerto. La envolvieron para enterrarla y su recién nacido fue trasladado al hospital. En el camino al cementerio, Aisha recobró la conciencia y fue llevada a cuidados intensivos. Sin teléfono y en un contexto de caos absoluto, buscó durante semanas a su hijo, temiendo lo peor.

Hasta que ese día, por fin, lo encontró.

Y, por pura coincidencia, Cáritas Jerusalén estaba allí.

Al día siguiente, la Dra. Asma invitó a Aisha a nuestra sede de Al-Qarara. Allí, junto con su bebé y su marido, recibió tratamiento para las cicatrices, medicamentos, leche infantil, paracetamol y mantas para afrontar el invierno. Le aseguramos que, para cualquier necesidad, Cáritas Jerusalén estaría a su lado.

Aisha se marchó segura, acompañada y profundamente aliviada. En una visita posterior nos dijo que, por fin, había comprendido el espíritu que impulsa nuestra misión.

Su historia nos recuerda que, incluso en medio de la guerra, la pérdida y el desplazamiento, la esperanza encuentra caminos. Ese día, una madre volvió a abrazar a su hijo en un momento de gracia, humanidad y presencia.