Análisis y reflexión12/03/2021

“La empatía es la mejor lógica para aplicar la razón»

Belén, donante de Cáritas, habla en este artículo de solidaridad, consciencia y de la importancia de estar al lado de quienes peor lo están pasando en esta crisis.

Soy segunda de una familia muy numerosa, donde nuestros padres nos inculcaron la necesidad de compartir, apoyar y ayudar al débil.

Soy consciente de la gran suerte que tengo –mantener nuestros trabajos, el de mi marido y el mío, a lo largo de estos críticos años, poder atender a nuestros tres hijos…–, por lo que, al mismo tiempo, soy muy consciente de aquellos que no tienen nada, que tienen que huir de su país, en viajes horribles esperando una vida mejor, de aquellos que no tienen donde dormir o comer, o de los mayores viviendo una soledad impuesta. 

La empatía es la mejor lógica para aplicar la razón: entender la situación del que lo pasa mal, y el sentir y el saber que debes hacer por ellos sin esperar un «gracias», ya que el mejor agradecimiento es poder hacer algo. 

Hace un año que nos llegó esta pandemia que ni en sueños podríamos imaginar; vivir tanta tristeza, pena y desesperación; ver a familias que pierden a sus seres queridos, que pierden sus trabajos y que no pueden poner comida encima de la mesa; personas con un futuro muy complicado e incierto, teniendo que ir a qué les den lo necesario para poder seguir tirando, para que sus hijos puedan desayunar, comer y cenar, y aparcar el orgullo ante una situación que nunca podrían imaginar vivir. 

Con esta crisis solo nos queda ayudar en la medida de lo posible. Tenemos una sociedad generosa, que está colaborando a través de donativos o voluntariado y empresas que están aportando ayudas para esta gran crisis. 

Es la primera vez que me detengo a pensar “¿qué es donar para mí?”, y la respuesta es inmediata, sin dudas. Es una satisfacción personal, y al hacer donaciones puntuales, siento una emoción difícil de expresar con palabras.

No sé cuántos años llevo donando a Cáritas; sé que son muchos y también sé que Cáritas está donde debe estar y trabaja donde tiene que trabajar. Le da igual quién gobierne o las críticas que reciba. Su fin es ayudar al que lo necesita. 

En un año me jubilo y uno de mis proyectos es el voluntariado, tan necesario como las donaciones. Hasta ahora, por mi vida laboral y familiar no ha sido posible. ¡Ahí estaré!

Como punto y final quiero dar las GRACIAS a Cáritas por un trabajo muy bien hecho.