La Cabina Invisible, la historia del cortometraje que nació para hacer visible la exclusión social
El nuevo cortometraje impulsado por Cáritas y CarmelaProduce se presentó en la Academia de Cine con un objetivo claro: mostrar, con fuerza y verdad, la realidad invisible de la exclusión social en España. Esta es la historia de cómo una idea se convirtió en un proyecto colectivo capaz de abrir los ojos y el corazón.
Antes de nada, gracias. Gracias por estar aquí y por acompañarnos en el estreno del cortometraje que estáis a punto de ver.
Lo que hoy presentamos es mucho más que una pieza audiovisual: es el resultado de un proceso largo, cuidado y profundamente humano.
La presentación iba a estar a cargo de Antonio Resines, socio de CarmelaProduce y una de las caras más queridas del cine español. Sin embargo, por un asunto personal no pudo acompañarnos. Durante horas intentamos encontrar otra figura mediática que pudiera sustituirle: actores y actrices cuyo rostro ayudara a hacer llegar más lejos el mensaje. El presupuesto era muy limitado y cada detalle contaba.
Pero entonces sonó el teléfono. Era Merche, de Cáritas. Su mensaje fue claro: “No busquéis a nadie más. Queremos que lo presentes tú. Esta historia es tuya tanto como nuestra”. Y ahí empezó todo a cobrar sentido.
Cómo comenzó esta historia
Hace un año, Rocío, del equipo de Cáritas, nos planteó un reto: crear un vídeo que ayudara a dar visibilidad a la exclusión social que el Informe FOESSA muestra cada cinco años.
Mi primera reacción fue de desconcierto: ¿Qué es exactamente la exclusión social? ¿Qué es FOESSA?
Cuando comprendí la magnitud del problema, algo se encendió dentro de mí: un nudo de rabia, responsabilidad y compromiso que me ha acompañado desde entonces.
Aunque después del visionado Raúl explicará con detalle qué entendemos por exclusión social, quiero compartir un dato que nos ayudó a aterrizarlo:
¿Recordáis las 500 personas que durmieron en la T4 el pasado invierno? No todas eran “pobres”. Muchas tenían trabajo y un sueldo. Pero no podían permitirse una vivienda. Esto también es exclusión social.
Cuando pregunté, casi en voz baja, cuánta gente vivía así, Rocío respondió sin titubeos: “Son millones, Jorge. Millones.”
El proceso creativo: de una idea a un cortometraje
Había tanto que contar que resultaba abrumador. ¿Cómo explicar algo tan complejo y a la vez tan invisible?
En el equipo surgió un concepto: una urna transparente, insonorizada, que simbolizara a quienes viven aislados, sin voz, sin ser vistos.
En una reunión alguien dijo: “Me gusta la idea de la cabina”.
—¿Qué cabina? —pregunté.
—La del hombre atrapado.
—Es una urna —respondí.
—Sí, bueno… una cabina, una urna…
Aquel comentario me llevó a recordar La cabina, el legendario cortometraje de Antonio Mercero. En ese instante lo vimos claro. En quince minutos teníamos un primer borrador. Llamé a Antonio Resines y la idea le fascinó. Y gracias a él conseguimos contactar con Iñaki Mercero, hijo del director original, que enseguida se enamoró del proyecto. Tras la aprobación de su madre, la pieza comenzó a tomar forma.
Un equipo que lo hizo posible
Cáritas hacía un esfuerzo económico enorme, pero si queríamos hacer algo realmente transformador necesitábamos ir más allá.
El presupuesto dejó de ser la prioridad: lo importante era contar la historia con la dignidad y fuerza que merecía.
Se unió un equipo excepcional: Guillermo Garattoni en producción, Iñaki Gil y La Livingston en efectos, Jorge Roig en fotografía, Mariano Peres en grafismo… Un grupo de profesionales que trabajó con pasión, empuje y convicción.
Solíamos decirnos entre risas: “No ganaremos mucho con esta producción, ¡pero el cielo lo ganamos seguro!”
Y, por supuesto, Butragueño & Bottländer, que propuso presentar el corto en la Academia de Cine y confiar también en la fuerza de la comunidad artística. Actores y actrices que, por su propia experiencia de inestabilidad laboral, conectan especialmente con la vulnerabilidad que retratamos.
Porque para cambiar algo, primero hay que verlo
Hasta hace un año, yo mismo desconocía la magnitud de este problema. La exclusión social es una realidad que crece en silencio, que afecta a millones de personas y que requiere que la miremos de frente.
Cuantas más personas vean este cortometraje, más grande será la conversación que necesitamos abrir como sociedad.
Porque estas historias hay que contarlas.
Y, sobre todo, hay que escucharlas.
Gracias a Cáritas y a todo su equipo de comunicación por confiar en esta idea y hacerlo posible.
Jorge Martínez
Socio Fundador y CEO de CarmelaProduce

