Economía solidaria17/02/2021

El comercio justo, un escudo protector frente a la COVID-19

El 20 de febrero se celebra el Día de la Justicia Social, que es el eje fundamental del comercio justo.

El 20 de febrero fue designado por Naciones Unidas como el Día Mundial de la Justicia Social para destacar la necesidad de erradicar la pobreza promoviendo el trabajo decente, la igualdad entre hombres y mujeres y el acceso al bienestar social. Defender los principios de la justicia social es el camino principal para conseguir una sociedad justa y responsable. Y para ello debemos eliminar todas las barreras que enfrentan a las personas, y por supuesto, promover la igualdad en todos los sentidos y ámbitos posibles.

Sin embargo, la pandemia por COVID-19 ha agravado estas desigualdades económicas, sociales y de género ya existentes. Los avances hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están claramente en peligro y hay un importante retroceso en los derechos.

Un sistema que piensa en las personas

Pero esta crisis ha demostrado también lo importante que es la existencia de un sistema comercial que piensa en las personas antes que en el beneficio económico y que ha permitido que miles de productores y productoras que ya llevaban décadas trabajando dentro del sistema del comercio justo hayan podido resistir durante este año. La resiliencia que crea este modelo de comercio, la solidaridad y el compromiso son las clave.

A pesar de que la COVID-19 ha hecho estragos en la producción, con falta de suministro; aumento de los precios de los alimentos, de las materias primas y de las mascarillas; falta de crédito; dificultades de acceso a insumos y al transporte; pérdidas de cosecha etc., las pequeñas comunidades productoras han podido sobrevivir gracias al sistema del comercio justo.

Las organizaciones de comercio justo no han cancelado pedidos ya comprometidos. Han adelantado, incluso aumentado la pre-financiación, llegando al 75 / 80  por ciento de adelanto. Han ofrecido apoyo a las personas que no podían trabajar por motivos de salud. No ha habido despidos y la prima de comercio justo ha servido en muchos casos para poder pagar salarios a las personas más vulnerables. Se han creado fondos para ayuda-covid con la prima social para asistir a las familias.

Las propias cooperativas reaccionaron para hacer un trabajo comunitario, de apoyo a su comunidad, con redes de familias, kits de alimentación… Cuando se pudo reactivar la actividad, se garantizó una vuelta segura suministrando los equipos de protección individual, haciendo una vuelta gradual, etc.

¿Qué ha hecho la Red de Comercio Justo de Cáritas

Las 32 tiendas de la Red de Comercio Justo de Cáritas también sufrieron las consecuencias de la pandemia durante los primeros meses de 2020: tiendas cerradas, voluntariado en casa, productos sin vender…; incluso situaciones de ERTE. Aun así, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Comercio Justo, en mayo, se puso en marcha todo el mecanismo de compromiso de Cáritas con el comercio justo, a través de la comunicación, la sensibilización y el trabajo en red.

Ante los desafíos del nuevo escenario, la red se ha tenido que reinventar, recurriendo a las plataformas tecnológicas, a las redes sociales y a las nuevas fórmulas comerciales como el comercio electrónico, el reparto a domicilio, los mercados y agrupaciones de comerciantes locales, los nuevos conceptos de comercio justo y comercio de proximidad en la misma cesta y mucho más. Todo un mundo de creatividad para sostener las pequeñas tiendas y, sobre todo, para no dejar de apoyar a las cooperativas de los países cuando más lo necesitan.

La justicia social y el comercio justo

La justicia social es el eje fundamental del comercio justo. El comercio justo va más allá de la comercialización de productos. Promueve empresas responsables y sostenibles, impulsa la creación de empleo decente y favorece oportunidades de inserción socio-laboral para todas y todos, especialmente los más desfavorecidos.

Hablar sobre los desafíos que presenta el comercio justo en nuestro país es esencial para poder vislumbrar los futuros escenarios que se le presentan a productores y productoras, comerciantes, proveedores y clientes se abastecen día a día en diferentes lugares. Como muchas veces se dice, en la innovación está la ganancia, y hoy, recurrir a plataformas tecnológicas para poder seguir trabajando en tiempos de pandemia y de crisis, parece ser una buena idea.

La red de Comercio Justo de Cáritas / RICJ, como miembros de Coordinadora Estatal de Comercio Justo, nos sumamos y compartimos la noticia publicada con motivo de este día, la urgente necesidad de que la reconstrucción post-COVID se base en una transformación de la economía y el sistema comercial global a través de políticas justas y sostenibles. Sí, es necesario cambiar de rumbo para no volver a caer en los mismos errores

Los principios del comercio justo

  • Está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta la lucha contra el cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer y la defensa del medio ambiente, entre otros.
  • Todas las actividades del comercio justo están enfocadas al desarrollo de las comunidades y al cuidado de las personas y de la vida.
  • Defiende los derechos de las personas trabajadoras y productoras.
  • Promueve la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas.

En definitiva, busca una sociedad más justa y sostenible.