Día Mundial de la Asistencia Humanitaria: honrar a los caídos, defender a los vivos
Caritas honra a los cooperantes asesinados y exige proteger a civiles y defensores de la vida en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
Caritas Internationalis llama a defender la vida y proteger a los cooperantes en zonas de conflicto
En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, Caritas Internationalis, como brazo humanitario de la Iglesia católica en todo el mundo, reúne las voces de los líderes religiosos y las personas de fe, horrorizados ante las atrocidades perpetradas en Gaza, Sudán, Sudán del Sur, Ucrania, Myanmar y otras zonas de conflicto.
Cáritas exhorta a quienes tienen el poder de poner fin a la violencia a que reconozcan la dignidad y el valor de toda vida humana. También nos unimos a las agencias humanitarias de todo el mundo, para honrar a quienes han perdido la vida prestando una ayuda vital en las zonas de conflicto y exhortamos a los gobiernos para que pongan fin a la impunidad de los ataques contra civiles y cooperantes.
En 2024, más de 380 cooperantes fueron asesinados en 20 países. Pero las cifras en 2025 serán aún peor, porque 128 cooperantes fueron asesinados en 17 países durante los primeros cinco meses del año.
Por eso, en este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, hacemos una exhortación urgente para que se proteja a los cooperantes y a los civiles y se renueve el compromiso político con el derecho internacional humanitario.
En palabras de Alistair Dutton, secretario general de Caritas Internationalis:
“Pedimos que, en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, todos nos detengamos un momento para preguntarnos qué podemos hacer nosotros y qué pueden hacer nuestros gobiernos para ayudar a quienes ofrecen asistencia a otras personas en zonas de guerra. Hay que poner fin a la violencia contra la población civil.”
Este sentimiento recoge la preocupación de toda la confederación Caritas: estamos profundamente alarmados por el debilitamiento de las normas internacionales que defendían la vida de los más vulnerables. Hoy exigimos, con claridad y sin vacilaciones, la protección de quienes dedican su vida al servicio de los demás. Su recuerdo nos obliga no solo a honrarlos, sino también a actuar.