Cuidar a quien nos cuida
Porque la pandemía también ha elevado el sufrimiento de profesionales y personas voluntarias de Cáritas.
La expresión “cuidar a quien nos cuida” de tanto circular ha ido perdiendo en muchas ocasiones la verdad que expresa.
Desgraciadamente estamos viviendo una pandemia que ha puesto en primera línea al mundo asistencial: personal sanitario, trabajadores y trabajadoras sociales, profesionales de la psicología, personas voluntarias, asociaciones formales e informales que se han puesto al servicio de las personas necesitadas y vulnerables.
En este contexto, profesionales y personas voluntarias de Cáritas hemos puesto nuestro granito de arena en esa atención y colaboración. El marco, sin embargo, era completamente distinto ya que se trataba de una situación de emergencia y de primera necesidad, con mucha improvisación y -la mayoría de las veces- confinadas en nuestros propios domicilios o atendiendo en servicios con no demasiada protección.
El volumen de personas atendidas, la extrema urgencia que requería la actuación y las situaciones tan dramáticas con las que hemos convivido compartidas, en ocasiones, con verdaderas tragedias en nuestras propias familias o en el círculo de amistades ha elevado exponencialmente el sufrimiento de profesionales y personas voluntarias de Cáritas.
Son muchas las Diocesanas que han dado un paso al frente y dan sentido a la expresión “cuidar a quien nos cuida” y en este blog relatamos brevemente dos de estas experiencias.
En Cáritas Barcelona se ha articulado un “Espacio de escucha emocional” donde las personas que estaban en primera línea de la atención telefónica, principalmente personal administrativo y recepcionista, han podido tener unas sesiones online coordinadas por un psicólogo de la misma Diócesis en las que han podido expresar y trabajar sus emociones y sentimientos. El resultado es muy positivo y se valora dar continuidad a esas sesiones.
En el caso de Girona, la iniciativa surge del área de desarrollo de personas de Cáritas Diocesana en Girona para promover el bienestar de las personas contratadas.
Comenzó con un cuestionario con la idea de que las personas participaran voluntariamente en estos espacios que se están realizando a través de videollamadas con pequeños grupos y dirigidas por profesionales de la psicología del proyecto Ubuntu de CDG. Se trata de encuentros donde compartir las dificultades, los sentimientos, pensamientos y emociones que genera el día a día.
Nos permite compartir los recursos que tenemos de cada uno de nosotros y nosotras, y poder ampliar nuestra caja de herramientas para poder tener un bienestar emocional que generará un mayor bienestar en el trabajo y así poder acompañar aún mejor a las personas.
