Acción social21/03/2022

Baraka: 20 años favoreciendo el encuentro entre personas y la interculturalidad

El centro intercultural a lo largo de estos años ha puesto su grano de arena a la hora de poner freno a la xenofobia y la discriminación.

El Centro intercultural Baraka, perteneciente a Cáritas Diocesana de Salamanca, ha cumplido 20 años desde su apertura, el 27 de febrero de 2002.

Salamanca, al igual que el resto de nuestro país, se ha convertido en una provincia receptora de personas extranjeras que, por diferentes causas, llegan a nuestra tierra con intención de mejorar su situación y contribuir con su esfuerzo y su dedicación a la mejora de nuestra sociedad.

Por eso, hace 21 años, las personas que ya desarrollabam intervención con inmigrantes pensaron en hacer algo novedoso para fomentar la participación de todos. Así nació el Centro Intercultural Baraka.

Pero, ¿qué es el Centro intercultural Baraka?

Es un espacio dedicado a facilitar la integración de las personas inmigrantes, la interculturalidad y la cohesión social. Por tanto, no va a dirigido exclusivamente a personas extranjeras, ya sean inmigrantes, solicitantes de asilo y protección internacional o refugiados, sino un espacio de acogida y encuentro para personas con distintas procedencias y culturas diferentes. Un lugar donde conocerse, donde relacionarse y donde todos nos sintamos acogidos y podamos participar.

En el centro se han celebrado diversas actividades culturales. Es un punto de encuentro, un espacio donde poder desarrollar la creatividad.

En él se ofrecen desde clases de inglés, informática, costura hasta talleres de apoyo emocional y primeros auxilios. También se organizan charlas, excursiones y celebraciones festivas.

Para las personas no hispanohablantes se imparten clases de lengua española lo que les permite una integración más sencilla. De esta forma pueden compartir sus inquietudes y preocupaciones. Y, además, se ofrecen clases para preparar los exámenes, exigidos para adquirir la nacionalidad española.

Por otro lado, también se desarrollan actividades con niños, niñas y adolescentes, que, al igual que con las de los adultos, están abiertas a todas las nacionalidades. Para ellos, el centro ofrece ludoteca, apoyo al estudio y refuerzo cultural para los niños de primaria y secundaria.

Además, se organizan actividades de ocio y tiempo libre que sirven para facilitar su promoción y participación y permiten que sus progenitores puedan participar en las actividades, conciliando su participación con la atención de sus hijos.

Son muchas las actividades que a lo largo de estos años nos han permitido comprender y disfrutar las ventajas de la interculturalidad. Ejemplos como la fiesta del cordero, celebraciones interreligiosas y las conversaciones que en torno a un café o un té, se establecen a media tarde, nos permiten disfrutar de la muy diferente y variada riqueza que tiene cada cultura. 

Por otro lado, la pandemia ha limitado mucho la realización de algunas actividades que tenían un carácter más abierto o que no eran fácilmente compatibles con las recomendaciones sanitarias.  Pero seguimos manteniendo ese espíritu de encuentro, en el que todos participantes y voluntarios son corresponsables del funcionamiento del centro y en el que los papeles se pueden intercambiar. Los participantes se convierten en transmisores en algunos talleres que sirven a los propios voluntarios para formarse y viceversa.

El trabajo que se realiza en el centro se ve complementado por otras acciones que buscan sensibilizar a la población salmantina .Un ejemplo son talleres en colegios e institutos, para eliminar estereotipos y prejuicios y favorecer estrategias antirumores, que se convierten en discursos discriminatorios. También se participa en otros foros mediante charlas, ponencias, presentaciones, etc.

Consideramos que el centro intercultural a lo largo de estos años ha puesto su grano de arena a la hora de poner freno a la xenofobia y la discriminación.

En definitiva, un centro que fomenta la empatía para que todos y todas se reconozcan como personas que comparten los mismos miedos pero también los sueños.