09/12/2025

Cáritas refuerza la autonomía menstrual de mujeres y niñas desplazadas en Burkina Faso

En el Centro Norte de Burkina Faso, la crisis humanitaria dificulta que mujeres y niñas gestionen su menstruación con dignidad. Cáritas Española impulsa acciones que mejoran su salud, autonomía y resiliencia.

En el Centro Norte de Burkina Faso, la crisis de seguridad ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares. Las mujeres y las niñas viven esta situación con una mayor vulnerabilidad, pues les resulta difícil gestionar su menstruación con dignidad. En esta región, donde los servicios sociales básicos escasean, la falta de productos de higiene menstrual adecuados, el cierre parcial de centros de salud y la existencia de tabúes en torno a la menstruación afectan directamente a su bienestar, salud y participación en la vida comunitaria.

Las limitaciones económicas agravan este problema. En los hogares de personas desplazadas, el ingreso mensual ronda los 55 000 francos CFA (84 euros), una cantidad que obliga a priorizar la alimentación y el agua por encima de los productos de higiene menstrual. Esta situación tiene consecuencias claras como un mayor riesgo de infecciones, menos autonomía y más exclusión.

Cáritas Española desde hace más de dos años, acompaña a las comunidades de la región de Kaya a través de un apoyo continuado en relación a la higiene y la protección. En este contexto, el último proyecto ha beneficiado directamente a 100 mujeres y niñas mediante la distribución de kits de gestión de la higiene menstrual. Estos kits, que contienen compresas reutilizables, jabón, ropa interior y materiales de secado, han generado un avance en salud, seguridad y dignidad.

Además de esto, lo más innovador es que se han dado talleres para hacer compresas reutilizables, una iniciativa clave que contribuye a fortalecer la autonomía de las mujeres. Gracias a estos talleres, pueden disponer de protección duradera sin depender de compras que sus economías no permiten. Además, los talleres refuerzan su capacidad para responder de manera estable y sostenible a sus propias necesidades, incluso en un contexto de desplazamiento.

Las actividades de sensibilización desarrolladas junto con la distribución de los kits también han sido fundamentales, han permitido reducir tabúes, mejorar el conocimiento sobre la higiene menstrual y favorecer que las comunidades reconozcan este tema como parte esencial de la salud y la dignidad de las mujeres. La implicación de autoridades locales y líderes comunitarios ha sido clave para facilitar la aceptación y la apropiación de las acciones.

Hoy, las mujeres beneficiadas cuentan con materiales, conocimientos y herramientas para gestionar su menstruación de manera segura y respetuosa. En un contexto marcado por tantas privaciones, cada avance en autonomía y dignidad es un paso profundo hacia la resiliencia.