Noticia07/02/2022

“Corazón de Casa”, un proyecto que brinda a jóvenes migrantes la posibilidad de construir un mundo mejor

Esta iniciativa impulsada por el grupo de Cáritas Nuestra Señora de la Paz y Santa Teresa, ofrece un apoyo integral a jóvenes que viene de otros países y se encuentran en situación de vulnerabilidad.

La irrupción de la COVID 19 ha agravado aún más la situación de las personas más excluidas, como son los jóvenes que vienen de otros países en busca de un futuro mejor. Cuentan con una red familiar débil en sus países de origen y se encuentran en situación de vulnerabilidad social, sin documentación y atrapados en un sueño de autoprogreso. En este contexto, y en plena irrupción de la pandemia, el grupo de Cáritas de Nuestra Señora de la Paz y Santa Teresa puso en marcha “Corazón de casa”, un programa de acogida y acompañamiento para  jóvenes migrantes extutelados por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. A día de hoy acompaña a 4 jóvenes migrantes en situación irregular. 3 de estos jóvenes viven en un recurso residencial con el que cuenta el proyecto, un piso de alquiler en la zona del Ensanche, donde además de proporcionarles estabilidad, seguridad y apoyo hasta que puedan ser autónomos, cuenta con un programa con apoyo integral, que comprende desde lo formativo-educativo hasta la regulación de su situación jurídica.se trabaja su autonomía y su socialización, interrogándoles en el sistema educativo oficial y proporcionándoles formación.

El voluntariado del equipo de Cáritas parroquial, trabajando codo a codo con Cruz Roja, Técnicos de empleo de Cáritas y Servicios Sociales, acompañan a estos jóvenes mediante sesiones de trabajo, con el fin de potenciar su autonomía y su socialización, ayudándoles en la organización en el hogar, interrogándoles en el sistema educativo oficial, formándoles en cursos… y proporcionándoles estabilidad, seguridad y apoyo hasta que puedan ser autónomos y poder así ejercer sus derechos en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía.

Hay muchas personas que han sido clave para sacar adelante este proyecto, entre ellas, Ricardo y Araceli, que dedican su tiempo y recursos a su parroquia y a la diócesis. El voluntariado de Cáritas Parroquial de Nuestra Señora de la Paz y Santa Teresa, es el motor que mueve este proyecto de acogimiento residencial, para seguir trabajando por la integración, para construir un entorno de protección basado en modelos educativos de responsabilidad y relación positiva  centrados en la persona. En esta entrevista comparten más detalles del proyecto.

Cáritas Diocesana de Albacete: ¿Cómo surge este proyecto?

Ricardo Belmonte:  “Corazón de casa” nace como una propuesta del equipo de Cáritas parroquial de Nuestra Señora de la Paz y Santa Teresa para dar respuesta a una necesidad de acogimiento residencial a jóvenes migrantes vulnerables y en riesgo de exclusión social. La andadura de este proyecto comienza en 2020, coincidiendo con la pandemia, de la mano de un grupo de voluntarios de que no pueden permanecer ajenos a la situación de injusticias que sufre un joven marroquí de 26 años, con grandes dificultades para encontrar trabajo, y sin vivienda, dos problemas presentes en la vida cotidiana de muchos jóvenes migrantes, indocumentados, que acaban en la calle sin posibilidad de trabajar ni de acceso a ayudas sociales.

Jóvenes que entraron irregularmente en España cuando eran menores, y para los cuales, las comunidades autónomas han invertido dinero y esfuerzo en acogerlos, formarlos, pero al llegar a los 18 años se quedan en la calle y las exigencias de la ley impiden que consigan sus papeles. Están abocados a la marginalidad.

En esta “historia”, en este relato de vida, Achraf, Mourad, Moussa y Rabie son los héroes, son los protagonistas, y como en todo relato, se enfrentan, como por desgracia muchos y muchas, a un futuro incierto. Nos han encontrado, nos han encontrado a nosotras y a nosotros y, como en cualquier relato, no somos la solución no nos sentimos “solución”, tal vez solo seamos, como en los cuentos, ese “mago”, ese “mentor” , “esa sabia anciana”, que les muestra camino y les da esperanza. Al final solo son ellos los protagonistas del éxito, pero no podemos de dejar de sabernos sus acompañantes, nuestra misión es instrumentalizarles, darles pistas para que ellos sean capaces de encontrar el “tesoro”. Esperan, nuestras pistas, nuestras “sabidurías” y nuestra confianza en su proyecto de vida, sin perder de vista que cada uno de ellos son los verdaderos protagonistas de su propio “rescate”.

Nuestro equipo no ha dejado de caminar para avanzar en la integración educativa, social y laboral de estos jóvenes, para avanzar en la inclusión de las personas migrantes que se encuentran en Albacete en situación de vulnerabilidad y en riesgo de exclusión. Por eso, con la idea de crear un espacio, un “Corazón de Casa” donde atender a estas personas desprotegidas. Y nos pusimos en marcha, este proyecto necesita de una mayor implicación por parte de las Administraciones públicas, una mayor apuesta con este colectivo, que precisa de más recursos con una perspectiva holística que trabaje desde todos los ámbitos. Pedimos una ampliación de edad en la protección a jóvenes, la Administración debe hacerse cargo de estas personas.

Cáritas Diocesana de Albacete: ¿Dónde está el recurso residencial?

Ricardo Belmonte: El piso de acogida está ubicado en la zona del Ensanche. En la actualidad acoge a tres jóvenes de entre 19 y 27 años a los que les ofrece alojamiento, manutención y los gastos de los suministros de agua, gas, electricidad e internet.

Cáritas Diocesana de Albacete: ¿Cuál es la misión que se persigue con este proyecto?

Ricardo Belmonte: “Corazón de Casa” está orientado a cubrir las necesidades básicas de alojamiento y manutención a jóvenes migrantes en situación de vulnerabilidad debido a la carencia de apoyos sociales, y darles así una respuesta inmediata de protección. 

Nuestro modelo de proyecto no es “revolucionario”, pues en acompañamiento en emancipación de jóvenes existen ya muchas respuestas sociales. Lo que caracteriza nuestro proyecto es la activación de los recursos disponibles en nuestro entorno, para que prototipándolo, evaluemos su eficiencia, valorando si es deseable, si es realizable y sostenible, dándole un carácter de “familia” no solamente profesional.

El objetivo principal del proyecto es el acogimiento de estos jóvenes para que puedan convertirse en ciudadanos activos socialmente y conseguir su participación e integración en la sociedad. Ofrecemos asesoramiento y acompañamiento en aspectos relacionados con la orientación social, laboral, jurídica, sanitaria, educativa… velando por el cumplimiento de sus derechos de acceso a todos los recursos que el resto de la ciudadanía.

Estos jóvenes, que vinieron a nuestro país buscando un futuro mejor, quedan fuera del sistema de protección cuando cumplen los 18 años, acaban en un albergue, la mayoría de las veces sin estar en posesión de documentación, empleo, y sin una alternativa habitacional. Sin papeles, sin familia, sin trabajo y sin casa. Esta es la realidad de este colectivo. Por eso, es imprescindible dar respuesta a las condiciones de habilidad de los jóvenes migrantes, que no tienen alojamiento o viven en infraviviendas o hacinados en situaciones de exclusión social y marginalidad. 

“Corazón de Casa” trata de dar una respuesta a toda esa juventud migrante perdida en un sistema de protección social que no protege ni la salud, ni el derecho a un trabajo, ni a una vivienda digna, ni el acceso a los servicios sociales. Además de las dificultades a las que estos jóvenes se enfrentan, hay que sumar la desconfianza y el rechazo de personas que no quieren alquilar sus pisos ni ofrecer un empleo a jóvenes migrantes.

Cáritas Diocesana de Albacete: ¿Qué condiciones tienen que cumplir los jóvenes?

Ricardo Belmonte: Para acceder al proyecto “Corazón de casa”, los jóvenes deben firmar previamente un contrato en el que se comprometen a cumplir una serie de normas internas, y a cambio se les proporciona un lugar de residencia y convivencia para poder seguir trabajando su proceso de emancipación, garantizándoles la cobertura de las necesidades básicas.  El contrato inicial es de seis meses, que se van prorrogando de tres en tres. Es una acogida encaminada a apoyar el proceso de integración de los jóvenes vulnerables con un tiempo limitado. Los jóvenes desarrollan de forma autónoma aspectos educativos tales como la educación en valores para la convivencia, limpieza diaria, organización y responsabilidad. Desarrollar competencias sociales básicas para convivir en su entorno. Los jóvenes desarrollarán habilidades personales, sociales y laborales que les permitirán una total autonomía.

Cáritas Diocesana de Albacete: ¿Qué papel juegan las familias de los jóvenes?

Ricardo Belmonte: La familia juega un papel importantísimo, los jóvenes permanecen en contacto permanente con sus familias, que conocen la situación en la que se encuentran sus hijos. El papel de la familia, se ve reforzado por la creación de las redes afectivas y de apoyo sobre las que se trabaja desde el proyecto. Los voluntarios referentes del proyecto tienen un contacto directo con todas las familias, a las que informan sobre los avances y objetivos conseguidos en cada de una de las fases del proyecto  de cada uno de sus hijos.

Cáritas Diocesana de Albacete: Un día de la vida de estos jóvenes

Ricardo Belmonte: Tienen una vida muy activa, sujeta a la consecución de unos objetivos inicialmente planteados en su plan de trabajo integral.  Cada día realizan actividades de ocio y participación sociales. En el plano deportivo, participan en un programa de Cruz Roja Albacete o el Club de futbol Botella, así como en el los cursos y servicios de orientación laboral de Cáritas Diocesana de Albacete y Fundación El Sembrador.

Estudian en la Escuela de Adultos, en la Escuela de Idiomas, en la Escuela de Formación Profesional de Aguas Nuevas, y participan en diversos programas de orientación laboral incluidos en los programas formativos del SEPE, etc.  Pequeños pasos que, sin duda, son importantes para garantizar su participación e integración en la sociedad para que puedan disfrutar de un futuro en el que ellos sean los protagonistas.