Cáritas Castilla-La Mancha acompañó a 3.617 personas sin hogar durante 2024
La entidad lanza la campaña “Sin hogar, pero con sueños”, para sensibilizar sobre el derecho a contar con una vivienda adecuada y un nivel de vida digno.
Las personas sin hogar no tienen una casa o un lugar para vivir propio. Sin embargo, tienen una vida y una historia. Con el propósito de reconstruir los vínculos que les permite volver a formar parte de la comunidad, Cáritas Castilla-La Mancha acompañó el año pasado a 3.617 personas en esta situación, una cifra similar a la del año anterior. Lo hizo a través de sus 11 puntos de información, servicios de alojamiento básico, 6 centros de urgencia, 4 centros residenciales, 1 piso de autonomía y 2 servicios de estancia diurna en toda la Región.
“De forma alarmante, Cáritas es testigo de cómo sigue en aumento la vulnerabilidad en muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada. Por ello, es necesario y urgente sensibilizarnos como sociedad y continuar interpelando a las administraciones públicas, garantes de los derechos humanos, y al resto de la sociedad acerca de la realidad que están viviendo estas personas”, explica María Santos, responsable de la campaña y del programa de personas sin hogar de Cáritas Española.
La falta de un techo obliga a estas personas a afrontar a diario una serie de obstáculos que impiden su integración plena en la sociedad. Entre ellas destacan, la falta de intimidad, las dificultades de acceso a un trabajo decente y a una vivienda adecuada, las trabas para acceder a los trámites de la administración pública, como por ejemplo el empadronamiento, o los problemas de salud física y mental.
Acciones de sensibilización en la Región
Con motivo del Día de las Personas sin Hogar, la campaña -que este año lleva por lema “Sin hogar, pero con sueños”– las cinco Cáritas de la Región, a lo largo de esta semana y en cada una de las provincias han realizado diferentes acciones para sensibilizar a la sociedad sobre la realidad de estas personas y visibilizar los sueños silenciados de quienes cada día se enfrentan a múltiples barreras. Aquellas personas que, aun trabajando, no pueden acceder a una vivienda, personas migrantes atrapadas en la invisibilidad, víctimas de violencia machista que no encuentran una salida segura; personas con discapacidad que no hallan oportunidades laborales; mujeres y hombres con problemas de salud mental o adicciones; jóvenes ex tutelados a quienes se les cierran las puertas justo al alcanzar la mayoría de edad; mayores sin red familiar ni pensión suficiente que garantice unas condiciones dignas.
Trabajo en Albacete
En Albacete, agentes de la entidad han participado además este jueves, 23 de octubre, en un acto que se ha celebrado simultáneamente en otras capitales del país. Una acción en la que se ha dado lectura al manifiesto para seguir visibilizando la realidad de las personas en situación de sinhogarismo. En el manifiesto, las personas sin hogar piden a las administraciones «tener la oportunidad de crear un futuro». a lo largo del pasado año, Cáritas acompañó a 96 personas a través de diferentes acciones. A través de las Cáritas Interparroquiales de Caudete, La Roda, Almansa, Villarrobledo y Hellín, Cáritas brinda cobertura inicial y apoyo a personas en situación de sin hogar. En la capital, a través del programa Café Calor, un equipo de voluntarios acompañan una noche a la semana a personas que viven en la calle, ofreciéndoles un tiempo de escucha y compañía.
¿Qué podemos hacer?
Las personas sin hogar no solo necesitan derechos garantizados, también necesitan vínculos humanos que les recuerden que todavía pertenecen, que aún forman parte. La campaña, durante toda esta semana, nos ha propuesto vincularnos para crear un espacio donde poder descansar sin miedo. Porque un vínculo es mucho más que un recurso: es una relación que cura.
Cáritas anima a la sociedad a hacer algo: Mirar y ver con otros ojos, detenernos a saludar y preguntar su nombre, escuchar sin prisas ni prejuicios, convertir nuestro tiempo en compañía, nuestra palabra en consuelo y nuestra cercanía en dignidad, sumarnos a reclamar sus derechos. Porque no todo empieza con un techo, a veces empieza con alguien que cree contigo.



