La inquietud por ayudar
Amalia Medina es miembro de Cáritas Joven, y parte del equipo motor. Ejemplo, testimonio y espíritu, para esta joven, lo más importante es tener ganas de cambiar las cosas.
Amalia, “entusiasta, sensible, activa, inquieta y resiliente”, tal como ella se define, es una mujer joven que gana en las distancias cortas. Escueta en su descripción, pero muy acertada en la elección de los adjetivos, Amalia me descubre en su conversación una persona a la que yo añadiría otro más: tremendamente inteligente.
Como suele ocurrir, su ilusión por darse a los demás, nació por el ejemplo familiar: sus abuelos, que ayudaban a todos los que lo necesitaban; sus padres, que defendían el apoyo a la libertad e integridad de las personas…Como siempre, el ejemplo…
Existe un Equipo Motor dentro de Cáritas Joven. Y allí, entre otros chicos y chicas comprometidos como ella, actúa para “mover” la acción del voluntariado entre los jóvenes de Albacete y… de mucho más lejos. Los martes y los jueves y en apenas dos horas por la noche.-calcula Amalia-, llevan alimento y aliento a unas cuantas personas, excluidas de la sociedad, que viven en la calle. El motivo de su soledad poco importa a este grupo de jóvenes que tratan de tender la mano a aquellos que ya no tienen fuerza para levantarse. Hay entre ellos muchos extranjeros que reconocen su situación y no quieren o no pueden salir de su pozo; quizá esté lleno de alcohol, drogas, enfermedad…Ellos no juzgan,-quién se atrevería?,- solamente ofrecen salidas, dan calor, acompañan…
Este Equipo Motor procura reunirse semanalmente para idear, renovar o poner en práctica nuevas acciones que llaman a “más jóvenes y a todas aquellas personas que quieran aportar su granito de arena”. “Por separado,-sigue afirmando Amalia-, es muy difícil cambiar aquello que debe ser mejorado, pero juntos, mano a mano, no sólo se consigue llegar a los objetivos, sino que es posible un grato crecimiento personal. Siempre hay un proyecto que se adapte a tus necesidades y preferencias; tan sólo hay que tener ganas de ofrecer un poco de tu tiempo”.
Estas palabras de ánimo, las dice Amalia confiada plenamente en que “Cáritas ofrece una ayuda inestimable y no hay mejor carta de presentación que, con la cooperación de los voluntarios, llevar a cabo acciones concretas y significativas”
Poco se puede añadir para poder valorar más a una persona que piensa de esta manera. Cualquier ocasión es buena para sentir esta llamada a trabajar por los demás cuando se tiene esta inquietud. De hecho, muchos jóvenes que se han sentido ayudados en algún momento tienden su mano a los voluntarios venideros.
Amalia, persona inteligente como antes apuntaba, no cree en la insistencia excesiva para recabar más colaboradores. Esta insistencia, en no pocos casos, nos agobia y nos hace huir en estos tiempos difíciles.
Por ello, volvemos al principio: ejemplo, testimonio y el Espíritu, con mayúscula, harán el resto.
Ha sido un verdadero placer conocerte. ¡Gracias, Amalia!