31/12/2020

José Antonio Abellán: «La caridad es el amor de Dios a todos sus hijos».

Desde el pasado mes de julio, el sacerdote José Antonio Abellán es delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Albacete. En este entrevista nos habla de sus retos, y de la proyección de la Institución en los próximos meses.

José Antonio Abellán ha desempeñado su ministerio sacerdotal en la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, en Nerpio y en Pozohondo. Vinculado a Cáritas desde el año 2018 como consiliario, Delegado de Acción Caritativo y Social y director del Secretariado de Migraciones. En esta entrevista lo conocemos mejor.

El pasado mes de octubre asumiste la Delegación Episcopal de Cáritas Diocesana de Albacete. Ante este nombramiento ¿Qué sentiste?

A nivel sentimental es algo muy personal. Lo sentí con mucha normalidad, y vivo con naturalidad cualquier nombramiento que pueda venir a través de la Iglesia. El sentir de un sacerdote supone fidelidad a Dios, compartiendo con otros.

¿Qué retos se plantean en Cáritas en los próximos años?

El reto principal siguen siendo las personas. No tenemos que perder este horizonte nunca de vista; personas a las que acoger, acompañar, desarrollar en el tiempo, según sus capacidades e integrarlas; aprender también de su sabiduría de vida y experiencia que para Cáritas es primordial. Nuestro reto pasa por recibir y transmitir sabiduría experiencial del Evangelio a través de Cáritas.

Otros retos son ayudar a que el voluntariado se identifique plenamente con el espíritu de Cáritas y fortalecer su dimensión relacional de Fe Comunitaria para hacer frente a todo el servicio que Cáritas conlleva. Coordinar la comunicación entre Cáritas Diocesana y las Cáritas Parroquiales, y mantener la unión y la comunicación con el resto del Equipo Directivo.

También me preocupa el sostenimiento económico de la entidad. Es un tiempo destructivo, en el que crece la demanda de atención; el dinero es necesario para generar vida a través de nuestros programas de atención.

¿Qué le pides a Dios ante este nuevo servicio al frente de Cáritas Diocesana de Albacete?

Me viene a la memoria la canción de Mercedes Sosa “Solo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente”. No tendría mejor petición estando en Cáritas. Le pido a Dios abordar este nuevo servicio con Él como compañero y como amigo, que me auxilia y conduce a paliar cualquier dolor humano.

Cáritas ha tenido que afrontar el impacto derivado de esta crisis ante el inesperado incremento de personas en situación de exclusión social. ¿Qué ha definido su labor en esta pandemia?

Lo primero que ha definido a Cáritas es la valentía. Desde el mismo momento se ponen de manifiesto las actitudes; vi cómo se dio un paso al frente. No intuí amagos de insolidaridad, egoísmo ni repliegues. La labor de Cáritas ha venido marcada por un criterio de actuación, “no podemos dejar a nadie abandonado”, y para ello se ha adaptado toda la maquinaria. Todo recurso ha sido puesto al servicio de una respuesta inmediata ante cualquier situación de pobreza y de emergencia, material y espiritual. 

Cáritas ha tenido que adaptar sus acciones y recursos a la nueva situación. ¿Cuáles han sido los protocolos de actuación?

Reorganizar y readaptar los recursos para atender a nuevas demandas ha supuesto un verdadero esfuerzo de imaginación, creatividad y de ingenio al quedarnos sin una tómbola y sin las campañas que normalmente Cáritas realiza. Y también, un ejercicio de humildad y de transparencia. Un protocolo no protocolizado es el cambio de mirada, más encarnada en quién necesita. Hemos generado nuevos cauces de solidaridad; se ha atendido la situación de las personas contratadas por Cáritas para no despedir a nadie; hemos prestado en todo momento una atención personalizada; creando nuevas iniciativas de ayuda mutua, de cooperación con las empresas; nuevos protocolos con la Administración pública y dentro de nuestra propia estructura interna.

La filosofía de Cáritas se basa en que “es más importante enseñar a pescar que dar peces”.

Recuerdo la película manchega “Amanece que no es poco” en la que gritaba la gente “Alcalde todos somos contingentes, pero tú eres necesario”. La Covid-19 ha puesto de manifiesto muchas de nuestras vergüenzas como sociedad y como humanos. Todo es contingente; la muerte, la sanidad, hambre, paro, personas a la intemperie, inmigrantes, familias dependientes, aislamiento físico, problemas psicológicos, rotura de la red de seguridad comunitaria… Es necesario tener claro que la pobreza siempre ha existido y existirá; hemos de mirarla como una llamada para bajar de pedestales a los que inmerecidamente quizás nos hemos subido muchas personas; es también un reclamo y una denuncia.

La caridad “es cosa de todos”

La caridad es de todos. Es necesaria, te preguntaría ¿es necesario el amor?, ¿podríamos vivir sin amor? ¿podemos vivir sin amar a quién queramos? No podemos. La caridad es amor, es cosa de todos. Es el amor de Dios a todos sus hijos.