Gestos para este tiempo de Adviento
Comienza el Adviento, un tiempo para vivir con los sentidos bien abiertos a la esperanza que viene de Dios, esa que tanto nos cuesta encontrar y que brota en medio del dolor y la pobreza. Es hora de levantar el ánimo y el corazón.
Al comienzo de este este tiempo de Adviento y Navidad la campaña institucional de Cáritas con el lema: “Tiende tu mano y enrédate” nos invita a estar atentos, vigilantes y salir de nuestros letargos. Te invitamos a hacer, cada domingo, uno de estos gestos. Abre tu corazón y sal al encuentro de nuestros hermanos, porque cada gesto, cuenta.
El valor de la interdependencia que teje fraternidad.
La realidad que vivimos nos ha hecho tomar conciencia de nuestra fragilidad individual y colectiva. Esto nos hace más humildes y sensibles al dolor de los demás. Hemos comprendido la necesidad que tenemos unos de otros, que solos apenas podemos nada, que todo lo que disfrutamos y mejora nuestra vida es gracias a que cada persona aporta al conjunto de la sociedad un valor que mejora la vida de todas las personas.
En esta semana ponemos la mirada en todo lo bueno que recibimos de los demás para reconocerlo, valorarlo y agradecerlo mediante gestos sencillos que nos hagan crecer en fraternidad.
Es tiempo de agradecer y saber recibir, es tiempo de pedir y de ofrecer.
El valor de lo colectivo que nos constituye comunidad global.
Durante el confinamiento hemos sido capaces de renunciar a intereses individuales por un interés colectivo mayor: proteger la salud amenazada de todas las personas.
Este aprendizaje, la suma de esfuerzos y la colaboración como sociedad no pueden caer en el olvido
Por ello para esta semana, desde Cáritas, te proponemos hacer un discernimiento de donde tu presencia puede ser más útil y necesaria.
Dedica un poco de tu tiempo, de tu saber y experiencia y ponlo al servicio de los que más te necesiten. Si puedes únete a otros en un voluntariado en Cáritas, en tu parroquia, en otras asociaciones.
Decídete. Tiende tu mano y enrédate para mejorar la vida de otros.
El valor del acompañamiento y el cuidado como derecho y responsabilidad.
Como seres sociales, los seres humanos necesitamos desde que nacemos el calor del abrazo, del aliento y la mirada, de sentirnos arropados y protegidos, de sentirnos cuidados.
En este momento que vivimos la obligada distancia social está poniendo a prueba nuestra capacidad de acompañar y la forma en que nos relacionamos y cuidamos unos a otros.
Ahora más que nunca necesitamos recrear el encuentro, acompañar la soledad y cuidar de los más desprotegidos y frágiles.
Para esta semana el reto desde Cáritas será buscar en tu entorno más cercano aquella o aquellas personas que están más solas y desprotegidas. Acógelas y acompáñalas. Derrocha imaginación y ternura y haz que no se sientan solas.
Tiende tu mano y enrédate siendo de los que cuidan y acompañan. Anima a otros a hacer lo mismo y teje a tu alrededor una gran red de fraternidad.
El valor de la comunidad que sale al encuentro
La experiencia de la fragilidad nos ha hecho ver que no somos el centro del universo ni lo prepotentes y todopoderosos que muchas veces pensamos que somos. Nos brinda la oportunidad de ser una comunidad de personas capaces de salir al encuentro de otras para colaborar con los demás y lograr una convivencia más armónica y menos crispada. Es una invitación a tejer comunidad, compasión, cuidado, cooperación, calidez, «cultura del encuentro», compartiendo así lo que somos y tenemos.
Para esta semana, el reto que Cáritas nos propone es desarrollar el “arte de la cercanía”, revalorizando el don, la gratuidad y el cuidado mutuo, cuidando para ello la solidaridad con los más pobres y la hospitalidad con los que vienen buscando un futuro mejor.
Haz de tu comunidad parroquial, laboral, familiar…un lugar de acogida donde se supera la soledad que afecta a tantas personas y serenar y pacificar el dolor social y personal.
