Voluntariado03/04/2023

El reto de darse a los demás

Andrés es uno de los voluntarios que participó en el III Encuentro de Voluntariado Joven de Cáritas, celebrado hace unas semanas. Un experiencia que le ha servido para replantearse su voluntariado y para reflexionar sobre qué más cosas puede dar a los demás.

Mi nombre es Andrés y hace 5 años más o menos me incorporé como voluntario al Equipo de Comunicación de Cáritas Joven. En este tiempo he colaborado dando visibilidad a las áreas de trabajo de nuestro equipo, participando en formaciones, desarrollando tareas de diseño grafico y apoyando en aquellos espacios en los que se requería de la presencia de voluntariado, sobre todo en pandemia.

Esta oportunidad ha supuesto una forma de poder involucrarme de una manera más directa con lo que suelo hacer en mi vida cotidiana y poder contribuir así con mis conocimientos y experiencia.

Una parte de mi voluntariado lo desarrollé en el programa de jóvenes ‘Volando Alto’, acercando el diseño gráfico a un grupo de adolescentes. Además de enseñarles unas nociones básicas de diseño, estos chicos y chicas lo implementaron además en la elaboración de mascarillas, que posteriormente, y gracias a la implicación de otros programas de Cáritas, también vendieron. Fue una experiencia única y satisfactoria en la que tanto los jóvenes como los docentes nos implicamos mucho y los resultados fueron muy positivos. 

En Encuentro de Voluntariado Joven, una forma de reencontrarme

Recientemente he participado, junto a Patricia y María, del Equipo Motor de Cáritas Joven de Albacete, en III Encuentro de Voluntariado Joven que se celebró en El Escorial. Bajo el lema ‘Abriendo nuestro corazones… construimos Cáritas’ y junto a voluntarios y voluntarias de otras diocesanas, pudimos compartir ideas, proyectos y valores de la entidad como la justicia, la fraternidad o la participación. Este Encuentro para mi ha supuesto una confrontación a nivel personal. Mi realidad no es la realidad de muchos jóvenes, y muchas veces el sector al que me dedico profesionalmente tampoco me permite ver esa realidad de forma palpable. Yo soy una persona de origen extranjero y aunque llevo aquí ya 20 años, no debo olvidar mis orígenes ni como fueron mis inicios en este país. En eso me ayudó el Encuentro, me ayudó a reencontrarme conmigo mismo, a recordar el precio que pagó mi familia por poder salir adelante, a recordar que no fue sencilla la adaptación y a valorar lo que yo hoy tengo y cómo puedo ser útil para ayudar a otras personas a salir adelante, a ser un referente.

Esos días de convivencia también me han ayudado a querer ser más participe, a moverme para colaborar en primera línea cerca de las personas que tienen dificultades en su día a día. Desde aquellos que no tienen un hogar o personas a su alrededor y que se sienten solas y abandonas, hasta aquellos a los que no les esta siendo fácil adaptarse o que no tienen los recursos para formación o apoyo escolar. El Encuentro me ha retado no solo a contribuir con buenas intenciones sino a ejercer de verdad, a ser voluntario.

Me llevo muchas cosas que son realmente muy difíciles de expresar en palabras. Sobre todo me llevo el ejemplo de muchos de los jóvenes que contribuyen a diario en Cáritas, los valores del voluntariado y muchas personas maravillosas con las que en un futuro espero poder compartir todo lo que hemos conseguido en este tiempo. Este Encuentro ha supuesto el primer punto y seguido de esta vida que quiere darse al servicio y será una forma de poder evaluarme como voluntario, pararme a pensar cómo lo estoy haciendo, qué puedo seguir aportando y qué debo mejorar. Una gran experiencia sin duda. Doy gracias por la oportunidad que me habéis dado.