Emergencias29/04/2025

“Desde el minuto cero” . El latido de Cáritas en Letur

Julia, directora de Cáritas en Letur, fue testigo directo del impacto de la DANA desde el primer momento, coordinando con su equipo la respuesta a la emergencia.

“El 29 de octubre el pueblo cambió de una forma que no nos podíamos imaginar nunca”. Julia recuerda cada instante de aquel día. Nacida y criada en Letur, como se dice popularmente, es la directora del equipo de Cáritas en esta localidad. “Todavía nos cuesta creer lo que pasó. Fue un auténtico desastre. Lo peor —dice, con la voz entrecortada— fueron las vidas que se llevó la DANA. Porque lo demás… lo demás es tiempo y dinero.”

La fuerza de la riada sorprendió a todos. “Muchos vecinos estaban mirando la crecida del río, pero nadie imaginaba lo que iba a pasar, el dolor que vendría después.”

Pero Cáritas ya estaba allí. “Desde el minuto cero Cáritas estuvo en primera línea. Desde que empezó a llover, mi equipo y yo nos pusimos a disposición de lo que hiciera falta.” Aquellos días, marcados por la tristeza y la impotencia, también fueron días de entrega. Cáritas actuó con rapidez, con cercanía y con organización, a disposición del dispositivo de emergencia, y atenta a las necesidades que pudieran surgir.

El Colegio de Nuestra Señora de la Asunción, ubicado en la parte alta de la localidad, se transformó en centro de operaciones. Las aulas se llenaron de termos, fiambreras y mantas. En una de ellas, Julia y las voluntarias del equipo, junto a otros vecinos, preparaban comida, bocadillos y café sin descanso. “Me bajé a la calle aquel 29 de octubre y ya no subí a casa. Compramos pan, y lo que pudimos, y empezamos a hacer bocadillos. Todo el mundo hizo lo que había que hacer.”

Importante también el cariño y la entrega, no solo de los vecinos, sino personas de todas partes deseando colaborar. “Es increíble cómo todo el mundo se volcó. La ola de solidaridad fue extraordinaria. Letur fue, y sigue siendo, un ejemplo de comunidad y organización.”

Han pasado seis meses desde entonces y Cáritas continúa dando apoyo: económico, psicológico y, sobre todo, humano. “Aquí estamos y seguiremos estando. Para lo que haga falta.”, subraya Julia.

“Entre todos, poco a poco, y día a día, conseguiremos que Letur vuelva a ser lo que era”, concluye.