Acción social

Centro de atención a mujeres víctimas de trata

Apoyo integral para una opción de vida más libre y autónoma.

Centro Lugo: un espacio seguro para la reconstrucción personal de las mujeres víctimas de trata

Queremos que sepan que no están solas y que pueden contar con un apoyo real en su proceso de recuperación.

El Centro Lugo es un espacio de acogida y apoyo, ubicado en la única zona de Gran Canaria donde la prostitución sigue siendo visible. En este entorno, queremos ser un refugio de confianza para las mujeres que nos visitan, ofreciéndoles un lugar donde puedan sentirse escuchadas, compartir un café y encontrar apoyo en su camino hacia una vida más digna.

Proporcionamos atención social y psicológica, acompañamiento en trámites y denuncias, así como actividades grupales y de ocio que favorecen la creación de redes de apoyo y el fortalecimiento personal. Cada semana, organizamos espacios de encuentro como talleres de manualidades y actividades en colaboración con alumnado de centros educativos.

También promovemos actividades temáticas en grupo para reflexionar sobre temas importantes como la hipersexualización, los derechos frente a la violencia o la identificación de delitos, en colaboración con diferentes profesionales.

Incluso realizamos acciones de acercamiento a zonas, pisos y clubes de prostitución en toda la isla, para poder contactar con mujeres que viven en situaciones de mayor aislamiento y vulnerabilidad.

Por último, trabajamos para sensibilizar a la sociedad sobre la realidad de la prostitución y las múltiples formas de explotación que esconde. A través de talleres y testimonios en primera persona, visibilizamos el impacto de este sistema y buscamos prevenir la captación de jóvenes en nuevas formas de prostitución. Nuestro objetivo es romper el círculo de la explotación y desactivar la demanda, promoviendo una sociedad más justa y libre de violencia.

Acompañamiento y apoyo para mujeres en contextos de prostitución

En Centro Lugo, acompañamos cada año a entre 400 y 500 mujeres que buscan una alternativa para salir de situaciones de explotación sexual. Cerca de 200 acuden al centro, mientras que el resto recibe apoyo a través de nuestro trabajo de calle.

La mayoría de las mujeres que atendemos son migrantes en situación administrativa irregular, muchas de ellas con grandes responsabilidades familiares, ya sea aquí o en sus países de origen. Son el único sustento de sus familias y, a menudo, se ven atrapadas en un sistema que les impone un constante desplazamiento geográfico y las mantiene en una situación de extrema precariedad. La vivienda, en estos casos, se convierte en un mecanismo de control y coacción, ya que su permanencia en un lugar depende de su sometimiento: «Si no haces lo que digo, te vas a la calle».

A pesar de la dureza de esta realidad, estas mujeres llegan al centro con una gran motivación por formarse, buscar empleo y reconstruir su vida. Su capacidad de resistencia y superación es admirable, y desde Centro Lugo les brindamos un espacio seguro donde pueden encontrar apoyo, orientación y herramientas para lograrlo.

En los últimos años, hemos observado un cambio en el perfil de quienes llegan hasta nosotras. Junto a las mujeres migrantes, cada vez hay más jóvenes nacionales, menores de 24 años, que han sido captadas a través de redes sociales con una imagen idealizada de la prostitución. Muchas de ellas entran en este mundo sin conocer sus riesgos, y nuestro trabajo es ayudarles a comprender lo que hay detrás y ofrecerles alternativas para salir de esta situación.

Fundado en 1988, Centro Lugo está ubicado en Las Palmas de Gran Canaria, entre casas de prostitución, convirtiéndose en un refugio de dignidad y esperanza. Contamos con espacios diseñados para el encuentro y el crecimiento personal: una sala para talleres, seis despachos, un patio con zona de juegos para niños y niñas, una azotea que nos permite realizar actividades grupales y una cocina que es el corazón del centro, un lugar donde compartir, reconstruir la confianza y generar comunidad.

En este entorno nació hace unos años la asociación Las Azoteístas, ahora llamada Asociación Lisístrata, formada por mujeres que han sido acompañadas en su proceso y que hoy alzan la voz y apoyan a otras en su camino.

Desde Cáritas, creemos en la dignidad de cada persona y en su capacidad para transformar su vida cuando encuentra apoyo y oportunidades. En Centro Lugo, seguimos caminando junto a ellas, ofreciendo un espacio donde puedan recuperar la confianza, la autonomía y la esperanza en un futuro diferente.

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