30/04/2025

Papa Francisco

En diciembre de 2024 nuestro obispo Fernando entregaba al papa Francisco como regalo “una libreta viajera” en la que a través de dibujos, textos, reflexiones, los niños, niñas y adolescentes que forman parte del grupo motor de #ferrol #viveiro, así como los jóvenes del proyecto #ramblate habían plasmado sus voces y sueños sobre la importancia de crear y mantener los ESPACIOS SEGUROS organizados por Cáritas. Destacando el #amor, los #abrazos, el #juego, el #arte, la #familia, los #amig@s, las #experienciassignificativas, los #espaciosdecáritas como palabras clave en su crecimiento y desarrollo personal.

Recordando este pequeño gesto queremos desde Cáritas Diocesana de Mondoñedo – Ferrol expresar el agradecimiento por la vida del papa Francisco, que ha sido un regalo de Dios para la Iglesia y para el mundo, como nos indicaba nuestro obispo Fernando en su primer mensaje tras la  muerte del Papa.

En Cáritas, son muchos los mensajes del papa Francisco que han resonado de una forma especial. Sin duda para nosotros tienen un significado específico las palabras que dirigió a la Delegación de Cáritas Española (CE) en el año 2022 durante la audiencia celebrada con motivo del 75 aniversario de CE,

“…si Cristo nos llama a la comunión con Dios y con el hermano, vuestro esfuerzo se encamina precisamente a reconquistar esa unidad a veces perdida en las personas y en las comunidades… esto es algo que ustedes ya proponen, cuando plantean… “trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos”…ponernos delante de esa persona que está rota, que no halla su lugar, acogerla, abrir para ella caminos de restauración, de modo que pueda encontrarse a sí misma, siendo capaz, a pesar de sus limitaciones y las nuestras, de buscar su sitio y de abrirse a los demás y a Dios…”

Palabras que en este recuerdo del papa Francisco integramos con su invitación a tener entre nosotros una mirada de hermanas y hermanos:

“Creer que el otro sea un hermano, decirle al otro “hermano” no es una palabra vacía, sino lo más concreto que cada uno de nosotros puede hacer. Significa, de hecho, emanciparse de la pobreza de creer que estamos en el mundo como hijos únicos. Significa, al mismo tiempo, optar por superar la lógica de los socios, que están juntos sólo por el interés; sabiendo también ir más allá de los límites de los vínculos de sangre o étnicos, que reconocen sólo lo que les es semejante, pero rechazan lo diverso. Pienso en la parábola del Samaritano (cf. Lc 10,29-37), que se detiene con compasión ante el judío necesitado de ayuda. Sus culturas eran enemigas, sus historias diferentes, sus religiones hostiles entre sí, pero para aquel hombre la persona hallada en el camino y su necesidad estaban por encima de todo… Les pido que custodien en el corazón y en la memoria el deseo de abrazar a las mujeres y a los hombres de todo el mundo para construir juntos una cultura de paz. La paz, efectivamente, tienen necesidad de fraternidad y la fraternidad tiene necesidad de encuentro. Que el abrazo dado y recibido… se convierta en compromiso de vida. Y en profecía de  esperanza»

(Papa Francisco. ENCUENTRO MUNDIAL SOBRE LA FRATERNIDAD HUMANA, 2023)