Sabían el riesgo que corrían…

Sabían el riesgo que corrían, pero aun así eligieron seguir ayudando a los demás….

Sabían que podían ser detenidos, incluso morir, pero para ellos era más importante atender a esas personas que lo habían perdido todo….

Sabían que, si era hora de cruz, era la hora de la fidelidad.

Ellos decidieron decir Sí hasta las últimas consecuencias….

Ellos hoy interceden por nosotros en la construcción de un mundo nuevo.

Amar, ayudar, estar disponibles, no quejarse de la tarea, no tener malas caras, buscar caminos, ilusión en la entrega, no ver dificultades…. Cáritas es amar, amar y amar. Y hoy a ti y a mí, esos voluntarios de Cáritas asesinados en Mariupol nos pasan el testigo. Ellos hoy nos dicen a cada uno de nosotros: ¡Seguid adelante! ¡Nunca os rindáis!