Nuestro día a día04/05/2021

Cada Gesto Cuenta, esta vez para lograr superar la brecha digital

Los ordenadores se emplean en los centros y proyectos de Cáritas, para que los menores puedan gestionar sus tareas, también como préstamo a las familias,

Durante la crisis sanitaria que atravesamos, muchos de nosotros vivimos el confinamiento con la mayoría de necesidades cubiertas, pero ¿nos imaginamos cómo puede salvaguardar su salud y mantener el confinamiento una familia que vive en situación de exclusión?

Los niños, las niñas y adolescentes han sufrido especialmente esta crisis no solo por situaciones de pobreza en sus hogares, sino también por la falta de contacto y relación con otros niños y adolescentes en edades en las que la socialización es crucial para ellos. Pensemos, que muchos de los jóvenes que ahora viven esta crisis, ya vivieron la anterior del 2008 siendo niños, muchos llevan toda la vida en situación de crisis y de pobreza.

Existe otro fenómeno que se ha recrudecido durante la pandemia, la brecha digital.

Las familias no solo no contaban con equipos informáticos, sino que necesitaban formación y acompañamiento para no quedar excluidas escolar y socialmente. Además, de falta de espacio en el hogar y el que algunos padres o madres no dominan la tecnología.

Para intentar apoyar a las familias que atiende Cáritas en Asturias, dos entidades colaboraron económicamente con Cáritas. Concretamente, los/as empleados/as de Banco Sabadell en Asturias, León y Galicia y la Fundación «Inocente, Inocente» a través de la campaña #NoTeDejoAtrás.

La ayuda fue para el programa de menores y familia y el proyecto “Ctrl+C” cuyo objetivo fue dotar de medios electrónicos a las actividades, familias y centros del programa.

La atención que realizan durante el año, los profesionales y las personas voluntarias del programa de menores y familia en Asturias, permitieron identificar realidades que si bien, en épocas de bonanza permanecen ocultas, durante los episodios más críticos, quedan definitivamente invisibilizadas frente a la extensión de los problemas del conjunto de la sociedad.

El resultado, 16.000 euros, que se destinaron a la compra de 30 ordenadores portátiles. Los empleados del banco, lograron recaudar 9.000 mil euros y la Fundación «Inocente, Inocente», concedió al programa de menores y familia, 7.000 euros.  Los ordenadores se emplean en los centros y proyectos de Cáritas, para que los menores puedan gestionar sus tareas, también como préstamo a las familias, quienes por un tiempo determinado pueden hacer uso de ellos en sus hogares, y para el acompañamiento digital a las mismas, por ejemplo, gestiones y formación on-line.

Un millón de gracias a ambas entidades, y a todos los colaboradores/as que, durante el año 2020, a pesar de que la pandemia trajo incertidumbre y dolor, también hubo compromiso y generosidad. En Cáritas tenemos la convicción de que el compromiso de muchos cambia el mundo. Esa convicción la hemos visto hacerse realidad.