Análisis y reflexión04/06/2021

Día de Caridad: Celebración y memorial de una entrega por amor y servicio generoso a un Pueblo

La celebración del “Corpus Christi” es una fecha muy significativa para toda la Iglesia y para Cáritas en particular; Somos Pueblo de Dios reunido entorno a la mesa de un mismo Pan compartido.

Queridos diocesanos y hermanos:

Corpus Christi”. Día de Caridad”, “Celebración y memorial de una entrega por amor y servicio generoso a un Pueblo”.

Aquella Cena fue crucial, abrió paso en el horizonte futuro de toda la humanidad. La celebración del “Corpus Christi” es una fecha muy significativa para toda la Iglesia y para Cáritas en particular; Somos Pueblo de Dios reunido entorno a la mesa de un mismo Pan compartido. Comprendemos la caridad no como una mera actividad de asistencia y ayuda social, sino como una ley interna y viva inserta en nuestros corazones,  la llevamos en las entrañas grabada a fuego, y constituye nuestra primera esencia y da forma a nuestra presencia en el mundo.

Dios es Amor y la Caridad es la expresión del amor de Dios por su pueblo. Un amor acogido desde la fe y la honda confianza puesta en Jesucristo entregado; comprendido desde el amor universal derramado y transmitido por Él y adquirido gratuitamente; vivido desde la experiencia dinámica y comprometida con su amor, y su mandato servicial, generoso y evangélico, dirigido a todos los pueblos.

Es así, caminando, como adquirimos conciencia y experiencia día a día, de la situación en la que vivimos y nos encontramos inmersos “todos” en este momento histórico, concreto y a escala mundial como un solo pueblo, una sola comunidad humana, que afronta con esperanza la salvación humana y espiritual.

Tanto en el sustento básico material, en el pan de cada día, como en el alimento del alma humana, el Pueblo de Dios tiene derecho y deber de amar, tal y como Dios nos ama, y de procurar que no falte el pan y la Palabra de Dios al hombre contemporáneo y mucho menos al más pequeño, desvalido y sufriente.

Desde Cáritas Diocesana, Iglesia y Pueblo de Dios en Albacete, conscientes del momento actual que vivimos, con sus grandes logros y a la vez con sus grandes problemas que afrontamos desde el mandato de la caridad y con esperanza cristiana, alertamos sobre la complicada situación que atraviesa la sociedad y la comunidad humana en general. Muchos hijos de Dios están sufriendo, y sufrirán en un futuro, las consecuencias del paso de la pandemia y de la insolidaridad humana. Muchas personas viven situaciones incomprendidas por otros muchos y muy complicadas y  especialmente difíciles debido a variadas y muy injustas realidades sociales.

Se multiplica el trabajo y se multiplican la atención y los proyectos, es de desear y pedir que se multiplique también el pan, el amor, la mirada fraterna, el compromiso de vida, el derecho y el deber de escuchar, acoger, atender, acompañar, integrar y no pasar de largo.

Desde Cáritas Diocesana de Albacete agradecemos de corazón la oración de la Iglesia, el ejercicio caritativo y solidario de todas las comunidades, y toda la ayuda que podamos recibir para paliar los efectos de toda pobreza y crisis humana.

Ahora tenemos por delante el reto de reconstruir nuestras miradas y conciencias, nuestros corazones heridos, nuestras comunidades, nuestra sociedad y nuestro Pueblo de Dios; Hemos de ser capaces de sostener a las personas más frágiles, débiles y vulnerables; Tenemos que tratar de levantar y restaurar la convivencia y el diálogo social, y sentar las bases de un anhelado y nuevo bien común.

Unidos en el Amor, en la oración, en el Pan y la Palabra, recibid un saludo fraterno y un feliz día del Corpus.