Informe de Economía Solidaria de Caritas Aragón 2024
Cáritas Aragón presenta hoy su Informe de Economía Solidaria
- Cáritas logró reinsertar en el mercado de trabajo al 25,33% de las 3.315 personas que acompañó en la búsqueda de empleo en el 2024
- Cáritas invirtió en Aragón una cifra récord de 5.362.601,42 de euros para la mejorar la autonomía personal a través del empleo, de los cuales más de tres millones corresponde a iniciativas de economía social
- Cercanos al Día Mundial del Comercio Justo, Cáritas apuesta por esta forma de consumo que garantiza el respecto de los derechos laborales y humanos
Zaragoza, 8 de mayo de 2025.- Seis de cada diez personas en situación de exclusión severa están fuera del mercado de trabajo. La exclusión en relación con el empleo les afecta cuatro veces más que al resto de la población, según la sexta Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales realizada el verano pasado para el IX Informe FOESSA, que será presentado a finales de este año. Con el objetivo de demostrar que es posible una economía que tenga en cuenta a las personas, Cáritas ha aglutinado sus acciones de inserción laboral, economía social y Comercio Justo para demostrar que es posible un modelo económico que priorice el cuidado de la vida y de las personas.
Gracias a esta convicción, la red Cáritas ha logrado convertirse en una de las mayores promotoras de empresas de inserción de Aragón y un referente dentro de la economía social, contando actualmente con cuatro empresas de inserción y un centro especial de empleo en sectores comprometidos con el medio ambiente, como el reciclaje textil, jardinería, recuperación de muebles, limpieza etc. que han proporcionado contratos de inserción a 151 personas en este último año.
Valores de equidad, cooperación y sostenibilidad
La labor de Cáritas es fiel testimonio de que una economía solidaria es posible, alineada con valores de equidad, cooperación y sostenibilidad. Y, dando respuesta a nuestra misión, reforzando el apoyo a las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social, con el propósito de facilitarles el acceso a una vida digna y con oportunidades reales de desarrollo personal y profesional.
Con el objetivo de ayudar a reducir la brecha laboral que sufre parte de la población, Cáritas acompañó en Aragón el año pasado 3.315 personas en la búsqueda de trabajo. De las cuales: 840 personas, es decir más del 25%, logró reinsertarse en el mercado laboral tras participar en alguno de los programas de empleo.
Así lo refleja el Informe de Economía Solidaria, que un año más rinde cuenta –en torno al Día Internacional del Trabajo- de la actividad desarrollada por Cáritas en nuestra comunidad autónoma en un contexto marcado por el incremento de la inestabilidad y la precariedad laboral.
Cáritas dedicó el año pasado la cifra record de 5.362.601,42 euros a todas sus iniciativas de empleo. De este total, 1.918.780,40 euros fueron destinados a programas de empleo, que incluye orientación laboral, intermediación empresas y formación y, 3.443.821,02 de euros a economía social (empresas de inserción, centros especiales de empleo, etc.).
El perfil de los participantes en los programas de empleo durante este año 2024 se mantiene similar a años anteriores, siendo la mayoría mujeres, mayores de 45 años y con estudios básicos. Pero detrás de estos perfiles, se dan multitud de situaciones aisladas o que se suman y que hay que ir superando para lograr el objetivo de la inserción laboral. En muchas ocasiones, nos encontramos con personas que carecen de competencias digitales, presentan dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas y baja autoestima que les lleva a la desmotivación. Esta realidad requiere de una atención integral e individualizada, con metodologías que faciliten el aprendizaje y contribuyan a superar las dificultades que les alejan del marcado normalizado de trabajo.
Apuesta por el Comercio Justo
Pobreza, condiciones de trabajo abusivas, precios muy por debajo de costes, salarios míseros, explotación infantil o deforestación son algunas de las problemáticas que se esconden detrás de productos tan cotidianos como el café, la ropa o los artículos de cuidado personal. Todos tienen en común la desigualdad en el reparto de beneficios a lo largo de su cadena: el cultivo de sus materias primas se realiza principalmente en países de América Latina, Asia o África, mientras que la mayor parte de su valor añadido e ingresos millonarios quedan en el Norte global repartidos entre unas pocas empresas multinacionales.
Ante ello, los productos de Comercio Justo garantizan el respeto a los derechos laborales y humanos, salarios y condiciones dignas, prohíben la explotación infantil, apuestan por la igualdad de género y son producidos respetando la tierra y el entorno natural. El café, el cacao, el azúcar, el té o la ropa son los productos más significativos de este modelo comercial que nació en los años 60 y hoy está presente en más de 70 países.
Cáritas, en todo Aragón impulsa de manera firme es forma de comercio mediante sus tres tiendas abiertas al público y sus tres puntos de venta permanentes. En ellas no solo se ofrecen productos con valores, sino que se sensibiliza a la ciudadanía sobre el poder de cada elección de consumo. Además, Cáritas desarrolla acciones de sensibilización y comunicación siendo altavoz de miles de productores en todo el planeta. Para todo ello Cáritas invirtió en Aragón este pasado año 2024 un total de 85.176,37€ en sus diferentes proyectos de Comercio Justo.
El Informe de economía social 2024 destaca la necesidad de poner en práctica una economía que priorice lo esencial y lidere un nuevo modelo económico centrado en las personas y el cuidado de la vida. La apuesta de Cáritas por el modelo de economía solidaria pasa por defender una economía que escuche y atienda las necesidades tanto de las personas trabajadoras y consumidoras como de las empresas. Una economía que cuide, que se ocupe de las personas y sus condiciones de trabajo, al tiempo que cuide el medio ambiente. Una economía que sume, porque es la economía del bien común y la cooperación, la que suma beneficios para las personas. Y una economía que cambie, que es transformadora tanto en lo personal, como en lo colectivo.
En palabras de Carlos Gómez Bahillo, presidente de la entidad aragonesa: “Desde Cáritas, vamos a seguir apostando por la economía solidaria, no sólo como opción posible y deseable, si no como un modelo necesario para que todas las personas podamos tener un futuro. Es más necesaria que nunca una economía con valores, una economía que cuida, una economía que recupera su significado de administrar los recursos de la casa común, con justicia y equidad”.
En este contexto, Cáritas proporciona a las personas más vulnerables los recursos necesarios para mejorar su empleabilidad, de manera que puedan colocarse en igualdad de condiciones ante un mercado laboral cada vez más competitivo y con peores condiciones.