Cáritas Aragón presenta su Memoria 2024
Cáritas Aragón presenta su Memoria 2024, que muestra su labor de acogida y acompañamiento a las personas más vulnerables, poniendo de manifiesto la apuesta solidaria de miles de aragoneses a favor de la inclusión social y la lucha contra la pobreza de las personas que nuestra sociedad excluye del disfrute de los derechos y beneficios sociales reconocidos al conjunto de la población.
Las personas acompañadas por Cáritas a lo largo de 2024 afrontan un cúmulo de dificultades. El encarecimiento de la vivienda, la progresiva pérdida de la protección del empleo y la irregularidad administrativa de muchos extranjeros residentes en nuestro país son los principales obstáculos que impiden a las personas que llegan a Aragón llevar una vida digna.
No abandonar a nadie a la deriva
En el último año, Cáritas ha invertido en Aragón 17.033.623,94€, que suponen un 3,67% más que el año anterior, en sus diferentes recursos y proyectos, y en acciones de cooperación internacional. Gracias a estos recursos, se han acompañado a 18.747 personas, que han demandado el apoyo de Cáritas.
Son muchas las personas, pero especialmente las más vulnerables, las que no pueden acceder a una vivienda digna, y se encuentran con serias dificultades para poder usar herramientas digitales (brecha digital), lo que supone una auténtica traba a la hora de solicitar prestaciones básicas, como es el caso de las personas en situación administrativa irregular, o la que las que tienen dificultades para alcanzar un empleo digno, en el marco de un mercado de trabajo excluyente que no es capaz de asegurar la ocupación y el trabajo a los colectivos menos competitivos.
Los datos de la Memoria reflejan las graves dificultades con las que se encuentran cada día muchos hogares. En el programa de Acogida y Asistencia se atendieron en el último año a 12.616 personas, siendo las ayudas económicas para vivienda el mayor porcentaje de las demandas atendidas, en torno al 50% (alquiler, equipamiento, suministros). El aumento de los precios provoca que las familias tengan que dedicar una parte mayor de sus ingresos a pagar la vivienda y los gastos esenciales de la misma, dejando sin cubrir otro tipo de necesidades básicas. Las ayudas en materia de gastos básicos como alimentación, ropa, salud, educación son otra de las partidas importantes. En total se han destinado a ayudas más de tres millones de euros.
La realidad de exclusión y pobreza que viven las personas que acuden a Cáritas no es coyuntural ni, por tanto, asociada a una crisis puntual, sino estructural y generada por modelos de crecimiento sociales y económicos, así como por las políticas que los han desarrollado durante décadas. La compleja situación de las personas requiere de periodos de acompañamiento más prolongados y de mayor inversión económica. Desde Cáritas se promueve que las políticas sociales sean integrales, que pongan en el centro a las personas y sus derechos, y que sean capaces de dar respuesta a la creciente inestabilidad global que vivimos. Es urgente seguir avanzando en el diseño de políticas sociales con un enfoque fundamentado en los derechos humanos y alejado de la lógica economicista. Para ello, se insiste en la necesidad de coordinación de las diferentes administraciones y la transversalidad de las políticas sociales, contemplando la multidimensionalidad de las problemáticas.
La entidad destaca que cerca del 40% de las personas atendidas durante este último año se encontraban en situación administrativa irregular, cifra que no para de crecer durante esta última década, ya sean derivados directamente desde entidades del sistema de acogida de emergencia, o devenir en irregularidad sobrevenida después de agotarse sus visados o de ser denegada su solicitud de asilo.
En todos estos casos nos encontramos con personas con un enorme cúmulo de dificultades y escasas oportunidades para poder salir adelante. El riesgo de pobreza y exclusión se triplica entre la población extracomunitaria, y la razón de esta marginación está sobre todo en su situación administrativa irregular. En muchas ocasiones estas personas trabajan en la economía sumergida, ya sea en entornos rurales, en las tareas del hogar o en el cuidado de personas, constituyendo un importante motor humano, económico y social.
La Memoria recoge también los datos de las personas que están detrás de toda esta actividad. Cáritas puede estar presente en la práctica totalidad del territorio aragonés gracias a 2.085 personas voluntarias y 325 personas trabajadoras contratadas.
Por otra parte, la entidad apuesta por la cooperación internacional, con una inversión de 648.725,45€ en diferentes proyectos y ayuda humanitaria con destino a diferentes países.
Una apuesta firme por el empleo y la economía social
La dilatada trayectoria del trabajo de Cáritas junto a las personas en situación de exclusión ha llevado a la institución a redoblar su apuesta por soluciones a largo plazo. Se han aumentado, una vez más, los fondos invertidos en programas de Empleo y Economía Social. Con una dotación total de 5.447.777,79€ han participado en los diferentes itinerarios de inserción socio-laboral, centros especiales de empleo y empresas de inserción un total de 3.315 personas, de las cuales 840 lograron acceder a un puesto de trabajo.
La red Cáritas ha logrado convertirse en los últimos diez años en una importante promotora de empresas de inserción de Aragón y un referente dentro de la economía social, con la firme creencia de que es posible un modelo económico que prioriza el cuidado de la vida y de las personas. Cáritas, en su día a día, se topa con muchas personas que hacen grandes esfuerzos por superarse, por aprender, por adquirir nuevas competencias, por superar la brecha digital y por enfrentarse a sus miedos y la multitud de obstáculos que encuentran en su camino. La mejora de la tasa de actividad y la disminución del paro a lo largo del año 2024 no se traduce en un aumento de la calidad del empleo, sobre todo en las personas en situación de exclusión social. Es por ello que Cáritas apuesta, en los últimos años, por buscar oportunidades a las personas con perfiles de difícil empleabilidad, promoviendo la economía social y, en concreto, empresas de inserción y centros especiales de empleo como alternativas empresariales que generen oportunidades para las personas más vulnerables.
Espacio de encuentro y esperanza
El presidente de Cáritas Aragón, Carlos Gómez Bahillo, realiza un llamamiento a toda la sociedad: “Estamos en el año jubilar de la esperanza. Como ciudadanos estamos llamados a sumar voluntades para convertir en lugar de encuentro y espacio de concordia el trabajo a favor de los invisibles y descartados, en estos tiempos de preocupante polarización social y de agravamiento de las condiciones de vida de muchas personas, que ven cómo su acceso a derechos básicos sigue siendo muy precario.
Esta memoria que presentamos es la mejor prueba de lo lejos que podemos llegar cuando trabajamos unidos en la defensa de la dignidad de la persona y por el bien común. No por las cifras o el volumen de actividad que hemos sido capaces de movilizar, sino por el testimonio vivo de toda una comunidad, cuya esperanza es verdadera porque cada día decide vencer la desigualdad, la pobreza y la injusticia social con gestos de entrega y solidaridad. Ellos dan sentido al lema de nuestra campaña de Caridad de este año: «Mientras haya personas, hay esperanza»”.
Y quiere agradecer “el gran apoyo” que prestan empresas, instituciones, socios, donantes particulares, voluntarios y Administraciones en la tarea de garantizar la dignidad de todas las personas, la protección de los derechos humanos y el compromiso por la justicia social. “Son muchas las manos que se unen para avanzar en esa tarea. Por ello, quiero agradecer, en nombre propio y en el de Cáritas Aragón, esta suma de compromisos y solidaridad que tejen una red de apoyos in la que no habríamos podido acompañar en el 2024 a cerca de diecinueve mil personas en nuestra comunidad”, señala Gómez Bahillo.
Cáritas Aragón está constituida por las seis Cáritas Diocesanas presentes en nuestra comunidad, en concreto: Cáritas de Barbastro-Monzón, Cáritas de Huesca, Cáritas Diocesana de Jaca, Cáritas de Teruel y Albarracín, Cáritas Tarazona y Cáritas Zaragoza.