Campaña

Iglesia por el trabajo decente

Unimos nuestra voces para clamar por un trabajo que respeta los derechos y dignifica a las personas.

Desde la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente ITD, de la que Cáritas forma parte, te invitamos a participar en “Nos movemos por el Trabajo Decente”. Una actividad que tendrá lugar durante la semana anterior o la semana del 7 de octubre. La idea es que cada persona, grupo, equipo realice esta caminata con el dorsal que es imagen de la campaña y que suban sus fotos a las redes sociales con el hashtag #NosMovemosPorElTrabajoDecente. 

Con nuestra participación sensibilizamos y reivindicamos la necesidad de que el Trabajo Decente se convierta en una realidad para todas las personas.

Este año, con las dificultades que supone el distanciamiento social y tratando de adaptarnos a las diferentes realidades, os animamos a participar en un día tan importante para poder visibilizarnos como Iglesia unida en defensa del trabajo decente.

Qué es el trabajo decente para Cáritas

Aquel que es expresión de la dignidad esencial de todos, hombres y mujeres, libre de discriminación, pleno en respeto a los derechos y que además de permitir cubrir las necesidades de las familias, impulsa el desarrollo personal y espiritual.

 

Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente

En el compromiso por la defensa del Trabajo Decente surge la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), formada por entidades y organizaciones de inspiración cristiana: Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC), Juventud Obrera Cristiana (JOC) y Cáritas, con el objetivo de favorecer dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre una cuestión central para la sociedad y esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y anunciar el concepto de trabajo decente «hacia el interior de nuestras organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».

Trabajamos en red para poner en primera línea la importancia y la necesidad de un trabajo decente, lo que supone:

  • Poner en el centro a la persona, rompiendo la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unos pocos.
  • Plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo: Distribuir de manera justa y digna el empleo y reconocer socialmente todos los trabajos de cuidado necesarios para la vida humana.
  • Luchar por condiciones dignas de empleo: sin la lucha por la afirmación de los derechos de las personas en el empleo no es posible humanizar el trabajo.
  • Articular de forma humanizadora el trabajo y el descanso.
  • Luchar por la defensa de los derechos humanos y desvincular derechos y empleo.

Toda la comunidad cristiana está llamada a visibilizar y denunciar, a través de todos los medios al alcance, la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que ello supone.

Todos podemos hacer algo desde nuestra organizaciones, parroquias o lugares de compromiso.

Las organizaciones que integramos la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) reivindicamos y celebramos el 7 de octubre, la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, para hacer visible la precariedad que sufre el mundo del trabajo, aumentada por la situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia mundial de la COVID-19. Nos movemos y reivindicamos:

  • Apostar por un nuevo sistema productivo, capaz de generar empleos con alto valor añadido y que ponga a la persona en el centro.
  • Lograr el reconocimiento social y laboral de los empleos esenciales para la vida y que estos tengan unas condiciones laborales dignas que permitan a las personas salir de la pobreza.
  • Reconocer el derecho a la protección social sin que esté supeditado a la vida laboral.
  • Garantizar que el ingreso mínimo vital sea una realidad para las personas que lo necesitan, dotando a las instituciones de los recursos necesarios para su gestión.
  • Asegurar la percepción del subsidio extraordinario a las trabajadoras de hogar y que se reconozca su derecho a la prestación por desempleo al igual que para el resto de personas trabajadoras.