La Diócesis de Getafe y Cáritas Diocesana hacen balance del primer año de la guerra de Ucrania
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La Diócesis de Getafe se reúne para hacer balance de la ayuda dada al pueblo ucraniano en el primer año de guerra.
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Cáritas Diocesana de Getafe presentó y agradeció la ayuda recibida para la puesta en marcha del único dentro para refugiados ucranianos del sur de Madrid.
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Todas las partes resaltaron la enorme magnitud humanitaria de esta ofensiva.
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En el acto se mostró el dolor y la dureza del éxodo que viven los ucranianos que huyen de la guerra.
El pasado viernes 24 de febrero, después de un año del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, la Diócesis de Getafe y Cáritas Diocesana han realizado un acto-balance de la acción de la iglesia del sur de la Comunidad de Madrid.
El evento se ha desarrollado en el centro de refugiados ucranianos San Josafat de Leganés, recientemente puesto en marcha. Este equipamiento es el único destinado a este servicio en los 48 municipios de la diócesis.
El acto ha estado presidido por el obispo auxiliar getafense don José María Avendaño. Acompañado por el subdirector de Cáritas Diocesana de Getafe Julio Sánchez, el padre Andriy Stephanisin, capellán de la comunidad ucraniana en Getafe, José Peralta, técnico de cooperación internacional de Cáritas Española y Kateryna Ivasko, madre ucraniana acogida en el centro de refugiados de Leganés.
Entre los asistentes estaba el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, diferentes concejales del equipo de gobierno y representantes de otros grupos políticos de la corporación municipal. Además de, el anterior director de Cáritas Diocesana de Getafe y actual vicepresidente nacional, Enrique Carrero.
Avendaño señaló ser testigo del dolor y sufrimiento de la diócesis por el pueblo ucraniano.
Cristina Sánchez, directora de Alfa y Omega, que condujo el acto, resaltó la importancia del trabajo en común entre la iglesia y las distintas instituciones y, mostró “el orgullo que este centro supone para la iglesia del sur de Madrid”.
Que se acabe la guerra
“La Diócesis de Getafe se ha visto muy afectada por esta guerra”
Don José María Avendaño ha detallado «la acción concreta de la iglesia” de la Diócesis de Getafe durante este primer año de guerra en Ucrania.
Destacó la unión del pueblo de Dios desde el inicio de la invasión de Rusia. La necesidad de de orar juntos y de denunciar la atrocidad de la guerra.
Esta unión se ha reflejado en proyectos como la “Mesa de hospitalidad ucraniana, coordinada por el Vicario de la Caridad Aurelio Carrasquilla, en el que han estado representadas todas las delegaciones de la Vicaría de la Caridad de la diócesis y la capellanía ucraniana.
El obispo auxiliar ha querido agradecer con su bendición, a las personas que han donado 228.706,97€ a través de Cáritas. Dijo ser testigo del esfuerzo que han hecho personas que “han recortado su pensión para ayudar al pueblo ucraniano”.
Además, agradeció a aquellos que llevaron el material a la frontera, y en especial a la Asociación de Transportistas del sur de Madrid.
También, destacó, el gran trabajo de colaboración entre la capellanía ucraniana y la diócesis. Dos iglesias hermanas que han sufrido juntas “soy testigo de la angustia y de la desazón de no saber qué hacer y… del desvelo del padre Adreyi por sus compatriotas”.
Finalizó con un llamamiento desde la diócesis, que se une al del Papa Francisco, “¡Paren la guerra, paren la guerra”!
Cáritas con Ucrania
Al obispo auxiliar le siguió Julio Sánchez, subdirector de Cáritas, y José Peralta, técnico de cooperación internacional de Cáritas Española y uno de los responsables de la emergencia de Ucrania.
Ambos mostraron el alcance y las graves consecuencias de esta guerra, que en boca de Peralta “es una crisis humanitaria de gran magnitud con ocho millones de personas refugiadas y más de seis millones de desplazados internos”.
Los dos representantes de Cáritas resaltaron la gran solidaridad de los ciudadanos españoles antes esta tragedia, con una donación de veinte millones de euros a nivel nacional y más de doscientos mil en nuestra diócesis.
El subdirector de Cáritas Diocesana de Getafe quiso agradecer la presencia del alcalde Leganés y de los diferentes representantes de la corporación municipal, a los que quiso reconocer su gran aportación económica para poder llevar a cabo la puesta en marcha del centro de refugiados San Josafat. Un centro que esperaba en el que sintieran como un hogar las familias que lo necesitaran, como es el caso de Kateryna y los suyos.
Julio Sánchez relató cómo el trabajo de la “Mesa de Hospitalidad Ucraniana” ha ido evolucionando por la demanda de ayuda; al igual que, ha cambiado la atención de las Cáritas Parroquiales del sur de Madrid con los refugiados ucranianos “nuestro trabajo actual es más de acoger y acompañar a las familias para conseguir su integración; y, facilitarles la vuelta a aquellos que ahora quieren volver”, porque como proseguía “en este caso la emigración ha sido forzada”.
José Peralta habló también de esa evolución del trabajo de Cáritas a nivel nacional “que respondió desde el primer momento al llamamiento de Cáritas Internacional, con el alojamiento, acogida y donación de alimentos a las personas huidas”.
Para ello, destacó el enorme esfuerzo de los voluntarios y equipos de Cáritas para “hacer frente a este enorme impacto que ha tenido sobre las personas desde el primer momento”. Ya que, se han atendido a más de cinco millones de personas de forma directa en el terreno y más de cinco mil en España.
Actualmente dijo que los esfuerzos se están realizando con las personas afectadas por los bombardeos en Ucrania y con los refugiados en países limítrofes. Buscando su integración y dándoles esperanza.
Peralta finalizó resaltando la incertidumbre de esta guerra, ante la que el día a día marcará el tipo de ayuda humanitaria, aunque “se sabe que va a ser una crisis muy larga que no se puede olvidar”.
El dolor de la separación
Cristina Sánchez, moderadora de la mesa, recordó el sufrimiento que vio en las familias cuando se separaban en la frontera en un viaje que hizo, en los primeros días de invasión, a una de las zonas limítrofes a Ucrania.
El padre Andriy mostró ese desgarro en primera persona cuando “tú te quedas en Ucrania y tu mujer e hija se tiene que ir”. Una decisión necesaria porque no sabes “cuándo puede caer una bomba en tu casa”.
Relató la incertidumbre con la que salen las familias de Ucrania, ya que muchas de ellas no tienen amigos o familiares al otro lado de la frontera. Además, personalizó en su historia, la dureza del itinerario que viven los ucranianos hasta que salen del país.
El capellán ucraniano quiso destacar la importancia del acompañamiento espiritual de los refugiados. Dijo que cuando llegan necesitan “un apoyo moral, expresar sus sentimientos y dolor” y, después, los acompaña con la oración y la ayuda humanitaria.
Por último, el padre Andriy quiso agradecer la ayuda recibida desde las distintas entidades y destacó la gran unión que tienen ahora las dos iglesias católicas de distinto rito en la Diócesis de Getafe.
La directora de Alfa y Omega terminó entrevistando a Kateryna, refugiada ucraniana acogida en el centro San Josafat, junto a su madre y sus dos hijos menores de edad.
Pare ella este año ha sido el más difícil de su vida. Relató el duro recorrido que ha tenido que hacer hasta que llegó al centro de refugiados de Leganés, donde dijo sentirse muy bien y agradecida por este hogar que le han proporcionado.
Kateryna señaló también la integración de sus hijos en el colegio, pero, mostró la incertidumbre que vive cada día al no saber lo que les puede pasar a su hermano y a su padre en el frente.
Además, que sufre desde la distancia por su familia, al no disponer de luz y gas, por los bombardeos, en un duro invierno. Algo que padecen en este momento millones de ucranianos.
Confía en un buen futuro para Ucrania, para ello, emocionada, pedía la necesidad del final de la guerra.
Tras el turno de preguntas de los periodistas presentes en el acto, el obispo auxiliar cerró el evento con una oración por la conversión de los agresores, por el pueblo ucraniano y por el alma de las víctimas.