Noticia26/11/2020

En Cáritas queremos la mejor respuesta: Alimentación con autonomía y dignidad

Cáritas resalta la importancia de que la solidaridad se traduzca en aportaciones económicas.

Cáritas Diocesana aboga por garantizar el derecho a la alimentación de todos los ciudadanos dentro de la estrategia global 2020/2023. Para ello, ha puesto en marcha la campaña “En Cáritas queremos la mejor respuesta”, en la que aborda la forma en la que se debe cubrir esta necesidad: basándose en la dignidad, la autonomía  y la inclusión de todas las personas.

Cáritas resalta la importancia de que la solidaridad se traduzca en aportaciones económicas, que sirvan para dar una respuesta digna a las necesidades vitales de las personas. Cáritas Diocesana pretende romper con el actual modelo de ayudas en especie por la imposibilidad de las familias para elegir conforme a gustos y necesidades de salud o cuestiones culturales y el riesgo que supone no aprender a gestionar el dinero y el presupuesto familiar. Además de no cubrir otras necesidades básicas como vestido, vivienda o suministros.

“Queremos facilitar el reconocimiento al otro ser, sin vulnerar su sensibilidad y evitando cualquier forma de discriminación o segregación por el hecho de encontrarse en una situación de precariedad económica. La apuesta de Cáritas pasa por las ayudas económicas. Queremos fomentar la autonomía de la persona, queremos evitar el despilfarro y fomentar la sostenibilidad alimentaria, favorecer la creación de puestos de trabajo”, resaltando que el objetivo final es “posibilitar que las personas, como lo hacemos cualquiera de nosotros, puedan realizar sus compras en los comercios que consideren, eligiendo aquellos productos que se adecúen a cada realidad personal o cultural, manteniendo la responsabilidad y el hábito de administrar el presupuesto familiar”.

Detrás de los motivos para no poder cubrir esas necesidades básicas están el trabajo precario y el desempleo (con salarios bajos, desempleados de larga duración y prestaciones públicas insuficientes), la insuficiente protección social (recortes en educación, sanidad, servicios sociales y la disminución de las prestaciones públicas), la fragilidad humana (enfermedades diversas y situaciones familiares complejas) y el difícil acceso a la vivienda, por insuficiente oferta de viviendas sociales, el elevado precios de los alquileres y la limitación al acceso o discriminación por motivos de origen.

Cáritas anima también a mantener el comercio de proximidad y recuerda que con este sistema, se favorece la creación de puestos de trabajo con proyectos inclusivos, aparte de permitir mantener la responsabilidad y el hábito de administrar el presupuesto familiar, permite fomentar la autonomía de las personas y que salgan del círculo de la dependencia y se evita el despilfarro, fomentando la sostenibilidad alimentaria.

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