Conoce Cáritas Diocesana de Cádiz

Somos el organismo oficial de la Iglesia para promover la acción caritativa en nuestra diócesis.

 Desde el año 1955 tiene por objeto la realización de la acción caritativa y social de la Iglesia en la Diócesis, así como promover, coordinar e instrumentar la comunicación cristiana de bienes en todas sus formas y ayudar a la promoción humana y al desarrollo integral de todas las personas.

Conoce más sobre nuestros fines, constitución y organización en el territorio.

 

 

¿Quiénes formamos Cáritas Diocesana de Cádiz?

 

92 Cáritas en parroquias

Coordinan, orientan y promueven la acción caritativa y social en su parroquia.

 

19.067 Personas participantes y acompañadas

Son las protagonistas de su propio desarrollo y eje de la acción de Cáritas.

 

632 Personas voluntarias

Son el pilar básico e insustituible de la acción de Cáritas.

 

29 Personas contratadas

Junto con las personas voluntarias, están llamadas a transformar la sociedad guiadas por el amor.

 

746 Socios y donantes

Hacen posible con sus donaciones la acción caritativa y social de nuestra Cáritas Diocesana.

¿Quiénes formamos Cáritas Cádiz?

  • 92 equipos de Cáritas en parroquias: Coordinan, orientan y promueven la acción caritativa y social en su parroquia.
  • 19.067 personas se han beneficiado de las ayudas de Cáritas: Son las protagonistas de su propio desarrollo y eje de la acción de Cáritas.
  • 632 personas voluntarias: Son el pilar básico e insustituible de la acción de Cáritas.
  • 29 personas contratadas: Junto con las personas voluntarias, están llamadas a transformar la sociedad guiadas por el amor.
  • Alumnos en prácticas o colaboradores: Junto con las personas voluntarias, están llamadas a transformar la sociedad guiadas por el amor.

Misión

Promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.

Misión

Promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.

Valores
  • Centralidad de la persona: La persona es el centro de nuestra acción. Defendemos su dignidad, reconocemos sus capacidades, impulsamos sus potencialidades y promovemos su integración y desarrollo.
  • Caridad: Es el fundamento de nuestra identidad y servicio, fuente inspiradora de nuestros valores.
  • Justicia: Trabajamos por la justicia y la transformación de las estructuras injustas como exigencia del reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos.
  • Verdad: La búsqueda de la verdad sobre el hombre y el mundo a la luz de la fe,fundamento y sentido de nuestro actuar.
  • Participación: Somos una organización abierta a la participación de nuestros agentes y de los destinatarios de nuestra acción social. Trabajamos en equipo favoreciendo la integración de los que formamos Cáritas.
  • Solidaridad: Nos caracterizan nuestro sentimiento de unión a los que sufren y nuestra convicción de igualdad y justicia. Promovemos la solidaridad que nos lleva a buscar el bien común y a trabajar por una comunidad inclusiva, que valora las diferencias como patrimonio común y enriquecedor.
  • Austeridad: Desde nuestro estilo de vida, ponemos nuestra voluntad en la utilización ética y coherente de los recursos.
  • Espíritu de mejora: Desarrollamos nuestra actividad buscando permanentemente mejorar y aplicar ideas innovadoras, siempre en beneficio de la persona, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
  • Transparencia: Compartimos una cultura institucional basada en la ética y en la apertura de la información hacia todos los interesados en nuestra labor.
Visión

Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:

  • Que la acción de Cáritas sea significativa en el desarrollo humano integral de los últimos y en la promoción de una sociedad inclusiva.
  • Ser referentes de solidaridad con los países más empobrecidos y el cuidado de la casa común.
  • La denuncia de las causas de la pobreza y exclusión, y la promoción de los derechos sociales.
  • Alcanzar una participación efectiva de la Comunidad Cristiana en la actividad de Caritas.
  • La promoción de la economía social y solidaria, como signo de un nuevo modelo económico más justo.

Valores

Caridad

Es el fundamento de nuestra identidad y servicio, fuente inspiradora de nuestros valores.

Centralidad de la persona

La persona es el centro de nuestra acción. Defendemos su dignidad, reconocemos sus capacidades, impulsamos sus potencialidades y promovemos su integración y desarrollo.

Verdad

La búsqueda de la verdad sobre el hombre y el mundo a la luz de la fe, fundamento y sentido de nuestro actuar.

Justicia

Trabajamos por la justicia y la transformación de las estructuras injustas como exigencia del reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos.

Participación

Somos una organización abierta a la participación de nuestros agentes y de los destinatarios de nuestra acción social. Trabajamos en equipo favoreciendo la integración de los que formamos Cáritas.

Solidaridad

Nos caracterizan nuestro sentimiento de unión a los que sufren y nuestra convicción de igualdad y justicia. Promovemos la solidaridad que nos lleva a buscar el bien común y a trabajar por una comunidad inclusiva, que valora las diferencias como patrimonio común y enriquecedor.

Austeridad

Desde nuestro estilo de vida, ponemos nuestra voluntad en la utilización ética y coherente de los recursos.

Espíritu de mejora

Desarrollamos nuestra actividad buscando permanentemente mejorar y aplicar ideas innovadoras, siempre en beneficio de la persona, la comunidad y la sociedad en su conjunto.

Transparencia

Compartimos una cultura institucional basada en la ética y en la apertura de la información hacia todos los interesados en nuestra labor.

Visión

Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:

Que la acción de Cáritas sea significativa en el desarrollo humano integral de los últimos y en la promoción de una sociedad inclusiva.

Ser referentes de solidaridad con los países más empobrecidos y el cuidado de la casa común.

 

La denuncia de las causas de la pobreza y exclusión, y la promoción de los derechos sociales.

 

Alcanzar una participación efectiva de la Comunidad Cristiana en la actividad de Cáritas.

La promoción de la economía social y solidaria, como signo de un nuevo modelo económico más justo.

 

Nuestro modelo de Acción social

Trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos.

Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».

Realizar acciones significativas.

Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.

Cauce de la acción de la comunidad eclesial.

Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.

Acción integral.

Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.

Trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos.

Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».

Realizar acciones significativas.

Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.

Ser cauce de la acción de la comunidad eclesial.

Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.

Acción integral.
 

Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.

¿Cómo nos organizamos?

Cáritas Diocesana de Cádiz está formada por:

 Equipos de Cáritas en parroquias

  • Los equipos de Cáritas en las parroquias animan y desarrollan la acción caritativa y social de la parroquia. Allí donde hay una parroquia, hay un equipo de Cáritas con la vocación de servicio a los más empobrecidos.
 Programas de Intervención Social

  • Fruto del análisis de la realidad, Cáritas Diocesana implanta en cada territorio programas de intervención social con los colectivos más desfavorecidos existentes en la diócesis. Los tres programas prioritarios con los que de Cáritas Diocesana de Cádiz  actúa, actualmente, son FAMILIA, EMPLEO Y PERSONAS SIN HOGAR.

¿Cuál es nuestra estructura?

Obispo Diocesano

Por ejercer Cáritas la diaconía de la Caridad comunitaria organizada para la comunicación cristiana de bienes en la Diócesis, corresponde al Obispo la alta dirección y la Presidencia de la corporación.

Corresponde al Obispo, entre otras competencias,  animar la acción socio-caritativa y aprobar los criterios y normas de acción más convenientes para el buen funcionamiento de Cáritas, y para la mejor inserción de su labor en el conjunto de la pastoral diocesana.

En la actualidad, Cáritas Diocesana de Cádiz está presidida por D. Rafael Zornoza Boy.

Diseño Organizativo Confederal


Asamblea Diocesana
 

La Asamblea Diocesana es el órgano eclesial de expresión comunitaria de la corporación. Convocada por el Obispo, la Asamblea Diocesana es el órgano eclesial que expresa el vínculo de comunión que existe con la Iglesia y entre los diferentes miembros, órganos y niveles de Cáritas. Son miembros de la Asamblea Diocesana los miembros del Consejo Diocesano, los Párrocos, los Directores de los equipos de voluntarios de Cáritas de cada Parroquia y los representantes de las entidades eclesiales asociadas.

Las competencias de la Asamblea Diocesana son deliberar acerca de las prioridades, orientaciones y criterios que el Consejo Diocesano, someta a su consideración, a fin de profundizar en la misión común de caridad, conocer las cuentas anuales desde la última Asamblea anteriormente celebrada y dar su acogida como miembros a las entidades eclesiales asociadas que hayan sido admitidas desde la celebración de su sesión anterior.

La Asamblea Diocesana se reunirá una vez cada tres años.

 

Consejo Diocesano

El Consejo de Cáritas Diocesana es el órgano colegiado de representación y gobierno de la corporación. Son miembros natos del Consejo Diocesano el Delegado Episcopal, el Director de Cáritas Diocesana, el Secretario General de Cáritas Diocesana, los Adjuntos al Director de Cáritas Diocesana, un vocal presbítero por cada zona pastoral, un vocal laico por cada Arciprestazgo. El Consejo Diocesano se reunirá con carácter ordinario trimestralmente y con carácter extraordinario, por iniciativa del Director, por orden del Obispo directamente o por medio de su Delegado, o a propuesta de la tercera parte de sus miembros.

 

Delegado episcopal

Silvio Bueno Marín

El Delegado Episcopal para Cáritas Diocesana es nombrado por el Obispo, y lo representa en todos los órganos y niveles de Cáritas Diocesana por el tiempo que en su nombramiento se determine, promoviendo el sentido de Iglesia y el espíritu comunitario y de comunicación cristiana de bienes en el desempeño de las funciones que le asignan los presentes Estatutos.

 Director

Vicente Pablo Ortells Polo

La Dirección de Cáritas Diocesana es un órgano unipersonal. Su titular es el Director de Cáritas Diocesana, a quien corresponde decidir, dirigir y coordinar las acciones ejecutivas, con la asistencia que precise de los miembros de su equipo. El Director de Cáritas Diocesana es nombrado por el Obispo por un período de tres años, prorrogable por otros tres, oído el Delegado Episcopal, entre los candidatos que le presente el Consejo Diocesano y los que el propio Obispo pueda considerar en su discernimiento personal. El desempeño de su cargo será voluntario y, como tal, gratuito.

 Secretario General

José María Espinar Domínguez

El Secretario General es nombrado por el Obispo, oído el Delegado Episcopal, entre los candidatos que le presente el Director de Cáritas Diocesana y los que el propio Obispo pueda considerar en su discernimiento personal, por un periodo de cuatro años prorrogables por sucesivos períodos de cuatro años. El desempeño de su cargo será voluntario y, como tal, gratuito.

Entre otras funciones, corresponde al Secretario General apoyar al Director en la dirección y coordinación de Cáritas en la Diócesis, informar con regularidad al Director del funcionamiento de la Institución, elaborar y presentar al Director el Programa y la Memoria Anual de Cáritas Diocesana y formular y presentar al Director el Presupuesto general y las cuentas anuales.

Un poco de historia

La ayuda social americana 

Recién creada, Cáritas tuvo que hacerse cargo de la recepción, almacenaje y distribución de la recordada Ayuda Social Americana (ASA) que el gobierno estadounidense donó, a través de la Cáritas Norteamericana, a varios países europeos, entre ellos España. El reparto de la ayuda social, alimentos y ropas básicamente se compatibilIza con otras acciones de atención primaria. Los repartos de alimentos y ropa que se hicieron en esos años han continuado luego en muchas parroquias. Todavía se identifica a Cáritas exclusivamente con el reparto de alimentos y ropa. Leche en polvo, mantequilla, colchones… fueron las primeras ayudas que se ofrecieron desde Cáritas a los pobres en aquellos años. Fue el comienzo de Cáritas en las diferentes zonas de la Diócesis.

La promoción social comunitaria

El Concilio Vaticano II (1962 – 1965) había dado un giro de ciento ochenta grados a la Iglesia y Cáritas fue llamada a un compromiso más intenso en la transformación del mundo y sus mensajes a la sociedad, sus acciones y su estructura se fueron adaptando a una nueva manera de entender la práctica de la caridad. Con los años setenta, años de profunda transformación política y social en España, nuevos proyectos de atención a los pobres nacieron en Cáritas con la filosofía de enseñar a pescar en lugar de dar el pez queriendo pasar con estas iniciativas del asistencialismo a la promoción de las personas. De forma paralela, en las Cáritas Parroquiales se sigue acogiendo a las familias y se les atiende en las necesidades primarias, se apoya la alfabetización de los niños, se acompaña a los ancianos…

Extendiendo derechos en época de crisis

En los años ochenta el problema del paro, que si bien había aparecido a finales de la década anterior, se convirtió en una verdadera lacra para nuestra Diócesis. En esos años, Cáritas dedicó muchos esfuerzos humanos y económicos en paliar este grave mal con el impulso y creación de cooperativas para personas en situación de desempleo y graves cargas familiares, reforzó la formación profesional, se aumentaron las ayudas y se organizaron campañas de sensibilización social para fomentar la solidaridad con los que menos tenían. Fueron también años de cambio de mentalidad, donde Cáritas tomó posicionamiento social frente a la injusticia y la desigualdades sociales, a través de la denuncia.

Nuevas formas de exclusión

En los años noventa, la Institución se ha ido consolidando en su estructura y ha estado receptiva a la transformación social, a través de programas de atención a las nuevas pobrezas que han ido apareciendo en la sociedad (personas drogodependientes, personas sin hogar, inmigrantes, mujeres prostituidas…). La juvenalización y feminización de la pobreza, realidad que evidenció el Informe sobre las condiciones de vida de la población pobre en la provincia de Cádiz, que Cáritas Diocesana realizó en el año 1996, hizo que Cáritas, reorientara su acción hacia estos colectivos y apostara por la promoción humana y social de las mujeres y buscara nuevas oportunidades de formación y empleo para los jóvenes.

El Fondo Diocesano de Solidaridad, creado en el año 1992, nacía con la vocación de servir de comunicación cristiana de bienes en toda la Iglesia Diocesana. Desde su creación hasta la actualidad más de 150 proyectos de promoción humana y social han recibido ayudas por mas de 1.500.000 euros. Esto ha hecho posible que muchas personas y colectivos hayan podido salir adelante y mejores sus condiciones de vida.

Cáritas ante la crisis

En los comienzos del nuevo milenio, con toda la experiencia adquirida, Cáritas sigue renovando su vocación de servir a los más pobres y excluidos de la sociedad, con los nuevos medios a su alcance y con criterios de calidad. Se han puesto en marcha nuevos servicios orientados a atender a aquellos que quedan fuera de las redes de atención social, a aquellos que no cuentan, que casi no existen (personas sin hogar, desempleados de larga duración y baja cualificación laboral, inmigrantes…). La crisis económica ha supuesto un nuevo reto para Cáritas en todo el territorio nacional. Se han articulado acciones con carácter de urgencia para poder dar respuesta a la gran cantidad de demandas recibidas en los últimos tres años.

Implicados y comprometidos

Cáritas ha hecho propuestas políticas relativas a la protección social, la salud, la educación o el empleo; dirigidas a reducir el carácter hereditario de la pobreza y su cronificación. Prueba de ello es su trabajo sobre Garantía de Ingresos Mínimos.
Ha puesto de manifiesto  a través de la publicación de dos informes quinquenales FOESSA y de la serie anual Análisis y Perspectivas, la existencia de deficiencias estructurales de nuestro modelo. Ha fomentado la participación de toda la comunidad. El testimonio y el compromiso activo son la mejor vacuna contra la apatía.