La fuente primera de financiación de las acciones de la red de Cáritas en la diócesis son las aportaciones que la comunidad cristiana realiza, por medio de colectas, donativos y cuotas de socios. Los servicios centrales reciben, además, una parte de financiación pública para determinados programas que complementan la acción de la administración en el ámbito de los servicios sociales. También varios ayuntamientos apoyan la labor de las Cáritas de su territorio en la atención primaria mediante subvenciones o convenios de colaboración.
En 2011, la procedencia de los recursos del presupuesto de los servicios centrales de Cáritas Diocesana (no incluye los recursos gestionados directamente por las Cáritas parroquiales) fue: 56 % fondos procedentes de particulares y entidades privadas; 44 % fondos procedentes de las administraciones públicas.