Cáritas denuncia que la violencia contra la mujer provoca un incremento de la feminización de la pobreza y limita el acceso a sus derechos
En 2024, Cáritas en todo el país atendió a través de diferentes recursos y programas especializados en todo el territorio a un total de 4.081 mujeres en esta situación.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Cáritas insta a las Administraciones públicas, responsables políticos, agentes económicos y sociales, a la comunidad cristiana y a la sociedad en su conjunto a tomar conciencia de esta enorme lacra social.
El acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia machista es una labor prioritaria en la acción social de Cáritas. En 2024, Cáritas en todo el país atendió a través de diferentes recursos y programas especializados en todo el territorio a un total de 4.081 mujeres en esta situación, un 11,29% más que el año anterior.
La entidad acompaña a mujeres atrapadas en diversas dinámicas de violencia que, además, suelen permanecer ocultas. Esta falta de visibilidad no solo estigmatiza a quienes llegan a los recursos de la entidad, sino que incrementa su vulnerabilidad y riesgo de exclusión social. Sufrir violencia implica, entre otras consecuencias graves, aislamiento, pérdida de autoestima, frustración, problemas de salud física y mental y obstáculos para acceder al empleo, lo que finalmente limita su autonomía económica y su capacidad para tomar decisiones sobre sus propias vidas. De este modo, las situaciones que más preocupan en este momento es la feminización de la pobreza que se incrementa por las situaciones de violencia y la dificultad de las mujeres en el acceso a derechos, sobre todo a la vivienda.
El Papa Leon XIV expresaba con dolor que “hay casos en los que una relación se intoxica por la voluntad de dominar al otro, una actitud que frecuentemente desemboca en violencia, como desgraciadamente demuestran los numerosos y recientes casos de feminicidio” y añadía que “donde hay amor, no hay espacio para los prejuicios ni la violencia”. Estas afirmaciones resumen y guían la acción de Cáritas, que anima a la sociedad a no mirar hacia otro lado y que invita a todas las personas y a toda la Comunidad a comprometerse con la construcción de espacios de igualdad y respeto, donde la dignidad de cada mujer sea plenamente reconocida y protegida.
A nivel diocesano
Desde el programa diocesano de mujer, “Juntas Avanzamos”, se ofrecen espacios seguros y de apoyo entre iguales, de escucha mutua y de encuentro, que permite a las mujeres desarrollar sus capacidades y potencialidades tanto en el ámbito personal como relacional.
En este contexto, la entidad también trabaja en clave de prevención para lograr la detección temprana. Identificar señales de violencia permite ofrecer un acompañamiento oportuno y evitar el agravamiento de situaciones que ya suponen un grave sufrimiento. Sin embargo, esta detección se enfrenta a múltiples barreras: la vergüenza, el miedo al juicio o a represalias, la esperanza de que la situación cambie, la indefensión aprendida o la falta de conocimiento sobre los recursos disponibles.
Esta semana, con motivo de este día tan señalado, se han celebrado unas jornadas formativas y de sensibilización, impartidas por Leticia Escutia, referente del Programa Confederal Violencias Machistas, Prostitución y Trata de Cáritas Española. Se han destinado a formar y sensibilizar a personal técnico y voluntariado de los diversos programas de Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez sobre la importancia de prevenir la violencia, denunciar sus manifestaciones y fomentar relaciones basadas en la justicia, el diálogo y la fraternidad.
Graves disfunciones en la protección de las mujeres
En el marco legal de protección a las víctimas de violencia machista, el legislador español ha optado por aprobar diferentes leyes en esta materia, diferenciando: la violencia de género (Ley Orgánica 1/2004 contra la violencia de género), las violencias sexuales (Ley Orgánica 6/2022 sobre la garantía sexual) y además cada Comunidad Autónoma cuentas con su propia legislación autonómica en materia de violencias contra la mujer.
Dicha fragmentación legislativa, unido a las dificultades para la “acreditación de la condición de víctima”, condición sobre la que recae el sistema de protección y reconocimiento de derechos, provoca graves disfunciones en cuanto a la protección integral a las víctimas de violencia machista. Ante esta realidad, desde Cáritas se está trabajando con las Administraciones para dotar de coherencia práctica al ordenamiento jurídico en esta materia y no provocar desprotección a las víctimas, ni agravios comparativos en el ejercicio de derechos en función del territorio en el que se encuentren, ni de su situación administrativa.
Desbloquear la ley integral contra la trata y explotación de seres humanos
En el marco de su trabajo junto a la Red Española contra la Trata de Personas (RECTP), Cáritas reclama al Gobierno que desbloquee el proceso legislativo para la aprobación de una ley integral que aborde todas las formas de trata y todos los tipos de explotación de seres humanos y que contribuya a la protección y garantía efectivas de los derechos de las víctimas.
Se valora positivamente las medidas legislativas, las políticas y los protocolos que el Estado español ha venido adoptando durante los últimos años para reforzar la lucha contra este grave delito. Sin embargo, el marco normativo en vigor hasta la fecha no recoge medidas que aborden de manera integral y efectiva este grave problema.



