Diaconía 222

Hacer y vivir una Navidad auténtica El tiempo de Adviento nos invita a la conversión, a mirar la realidad con profundidad, para encontrar los caminos, desde la fe, que construyan una sociedad más humana, más justa y más sostenible. Es urgente este tiempo para generar espacios de esperanza, para renovarnos en la opción de trabajar por los últimos. Por ello, Cáritas propone en este número de Diaconía reflexionar sobre “los valores de la Navidad”. Desde estas líneas queremos invitar a redescubrir el sentido de estas fechas, desde los valores de lo auténtico, de lo familiar y comunitario, en contraposición del consumismo voraz, de las fiestas sin medidas y la “cultura del descarte”. Y es posible una Navidad llena de humanidad, desde la Palabra y la esperanza. En medio de las prisas y las luces, un niño nace. Desde esa alegría del que llega no hay lugar en el que no podamos en estas fiestas construir puentes, sanar heridas, hacer familia, echar fuera miedos, estrechar manos y sembrar esperanza. Todos podemos hacer y vivir una Navidad auténtica.

 

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Hacer y vivir una Navidad auténtica

El tiempo de Adviento nos invita a la conversión, a mirar la realidad con profundidad, para encontrar los caminos, desde la fe, que construyan una sociedad más humana, más justa y más sostenible. Es urgente este tiempo para generar espacios de esperanza, para renovarnos en la opción de trabajar por los últimos. Por ello, Cáritas propone en este número de Diaconía reflexionar sobre “los valores de la Navidad”. Desde estas líneas queremos invitar a redescubrir el sentido de estas fechas, desde los valores de lo auténtico, de lo familiar y comunitario, en contraposición del consumismo
voraz, de las fiestas sin medidas y la “cultura del descarte”. Y es posible una Navidad llena de humanidad, desde la Palabra y la esperanza. En medio de las prisas y las luces, un niño nace. Desde esa alegría del que llega no hay lugar en el que no podamos en estas fiestas construir puentes, sanar heridas, hacer familia, echar fuera miedos, estrechar manos y sembrar esperanza. Todos podemos hacer y vivir una Navidad auténtica.