La tarea de Cáritas es obra de muchos: voluntarios, colaboradores, técnicos, personas que dan gratuitamente su tiempo, sus conocimientos, sus recursos económicos, su afecto... para compartirlos con aquellos que más lo necesitan.
Todos somos conscientes de que la pobreza no es una realidad nueva. Pero hoy en día existe un brutal contraste entre la riqueza de unos cuantos y la pobreza de muchos. Paradójicamente, hay sobrados recursos en el mundo para acabar con la miseria en todas sus formas.
Para Cáritas, luchar contra la pobreza es abrir espacios de esperanza que hagan posible el crecimiento integral de la persona en una sociedad más justa, fraterna y solidaria.