De forma sencilla, podríamos llamar Cáritas al grupo de personas que, en la Iglesia Católica, se dedican a organizar la atención a los más pobres entre los seres humanos. Así pues, Cáritas es el organismo oficial de la Iglesia que expresa el amor preferencial de Dios por los más empobrecidos de la tierra.
Cáritas encuentra su lugar en el mundo entre los más pobres y excluidos, pues así lo hacía Jesús de Nazaret. Cáritas, por su raíz evangélica, está llamada a mezclarse con los hombres y mujeres que han pasado a formar parte de los excluidos. La presencia de Cáritas es requerida cuando a las personas se les niegan el ejercicio de sus derechos (integridad física y moral, alimentación, vivienda, empleo, salud, educación). Ahí, en esos espacios, Cáritas entiende que tiene que estar promoviendo acciones globales en favor de los hombres sin descuidar ni su historia ni sus necesidades.